BOEDO


Aun por los días de 1910, el mayor movimiento comercial de Almagro se manifestaba en las cuatro cuadras de Rivadavia, en su tramo Boedo-Bulnes a Gascón-Artes y Oficios. Alrededor del antiguo punto céntrico, Medrano-Rivadavia-Castro Barros, habían levantado sus residencias muchas familias que gozaban de no poco predicamento dentro de las austeras costumbres de una época en que la educación impartida por los representantes de la Iglesia, predominaba frente a las prácticas del sistema liberal. Entonces la sociedad almagrense, que contaba con más de un patronímico de auténtico patriciado (Muñiz, Lugones, Porcel de Peralta, etc.), magnificaba sus fiestas y sus bailes; afuera y en su propio ámbito percibíase la desbordada alegría de la tónica popular.
Esas cuatro cuadras de Rivadavia, con sus cafés, su compañía de gas, su mercado, sus confiterías, su correo, sus tiendas, sus boticas, almacenes, relojería, imprenta y cinematógrafo, el "Almagro", no alcanzaron, con todo, el bullicio y color de romería, con preponderancia de lo porteño-itálico, que algunos años más tarde fueron las notas inconfundibles de la calle Boedo, en la extensión de sus tres cuadras, Idependencia a San Juan.
La calle Boedo -que por la parte sur de Almagro y hasta los días de la ley de Federalización de la ciudad de Buenos Aires, constituyera el límite oeste de la capital-, venía desde muy antiguo con polvaredas molidas por las pezuñas renovadas de yeguarizos, vacunos y carneradas, algunos destinados a los mataderos particulares que se hallaban en Almagro, el Once y la Recoleta; y el movimiento de Boedo, en dicho tramo comenzó por afirmarse en la última década del siglo XIX, poco después de inaugurarse la estación de tranvías (Boedo 750).
La verdad histórica que habla del renombre de este tramo de la calle Boedo, arranca desde poco tiempo después de 1910, cuando los componentes del Club San Lorenzo de Almagro, ya realizadas sus primeras reuniones en "El Pasatiempo" (Venezuela y Artes y Oficios), como en un viejo almacén de Venezuela y Treinta y Tres, concertaron sus encuentros de problemas societarios en los dos o tres cafés que existían en esa parte de Boedo.

Fuente: El barrio de Almagro (1968)
Autor: Ricardo M. Llanes



Café Margot de Boedo y San Ignacio.
Foto: Luis Leoz para Info-Almagro.