LECHERIAS


Apenas pasado el año 1900 ya funcionaban en Almagro algunas lecherías, como la de don Simón, esquina sudeste de Venezuela y Castro Barros. Sin embargo, había varios tambos: tales el de Liniers 47 y el de Medrano 45, a los que se acudía en procura de la leche recién ordeñada, lo mismo de la manteca que se expendía en ellos, no por panes, sino suelta y por peso. De estos tambos, en horas de la mañana y de la tarde, salía el mozo ordeñador con varias vacas de bien hinchadas ubres, para vender la leche en la calle, en competencia con el repartidor que ya lo hacía a caballo cuando el barrial no le permitía meterse con la jardinera portadora de seis tarros de, por lo menos, 25 litros cada uno. También circulaba en las calles de Almagro ya adoquinadas, un carrito repartidor de leche, de dos ruedas y de color colorado oscuro, que, a la manera del carro aguatero, llevaba una canilla en la parte posterior. Bien es sabido que don Vicente L. Casares estableció, en 1889, los locales llamados "Martonas", expendedores de los productos que se elaboraban en su granja "San Martín", situada en Cañuelas, provincia de Buenos Aires. Empero, pasarían años antes de que uno de aquellos abriera sus puertas en Almagro; por el 1909 conocimos una "Martona" en Rivadavia entre Billinghurst y Sadi Carnot (Mario Bravo). Y corresponde que aclaremos que el nombre Martona respondía al apodo con que -conforme con la tradición- una institutriz inglesa designaba a Marta, una de las hijas del señor Casares.

Fuente: El barrio de Almagro (1968)
Autor: Ricardo M. Llanes