"LO DE ROBERTO"


Un boliche del 1800
Los habitués lo conocen desde hace años como "Lo de Roberto", aunque este boliche que está enclavado en una de las esquinas de la plaza Almagro desde 1894 se llamaba originalmente "12 de octubre". Siempre funcionó como un despacho de bebidas, un bar ideal para tomarse un vermut por las tardes. La mitología destaca entre sus clientes a la poeta Alfonsina Storni y a Carlos Gardel, que trabajaba en una imprenta a la vuelta del almacén, que originalmente ocupaba toda la esquina.
Roberto Pérez, dueño actual del boliche, desde el sesenta, cuando lo heredó de su padre, jura que nació y quiere morir ahí, detrás de ese mostrador. Atiende personalmente a los parroquianos. El Chino Lanz, Juancito "El Maestro", Ennio, Oscar, "Nene" Belinotti, "El Carniza" y "Aceituna" forman parte de ese irrestricto club de amigos que se juntan todos los días a filosofar sin horarios.
El bar es un verdadero reducto de colección, con un largo mostrador donde acodarse a beber una ginebra que ocupa la mitad del pequeño salón, flanqueado por un par de mesas donde se juega a los naipes todas las tardes. A veces aparece algún cantor espontáneo. Recuerdos, fotos antiguas de la "barra" y la letra que Roberto Medina le escribió al boliche cuelgan de esas paredes llenas de humedad, donde el tiempo parece detenido.
Hace cinco años, el autor del célebre "Pucherito de gallina" comenzó una peña de tango entre amigos y todo cambió. La posta la tomó su hijo y el cantor Osvaldo, un valor escondido de 71 años, que se transformó en la voz preferida de las madrugadas de jueves y sábados. "No sé qué pasa -dice Osvaldo-. Creo que circula una energía muy especial. Será porque dicen que en algún momento pasó Carlitos Gardel por acá".
La mística del bar fue creciendo en correspondencia con el boca a boca de un público que desborda todos los fines de semana. Tipos con corbata se mezclan con viejos tangueros, motoqueros, noctámbulos ocasionales, músicos, cantores aficionados y profesionales, en un ambiente que recuerda a los típicos boliches de principio de siglo.
Ariel Ardit, cantante de la orquesta El Arranque y habitué del lugar, cuenta."Yo vivía a dos cuadras y estudiaba canto lírico. Pero empecé a parar ahí. Por esa época conocía dos tangos y el hijo de Roberto Medina, que tenía la peña, me incentivó la veta de hacer tangos. Así que empecé. Después me escucharon los de El Arranque y me invitaron a formar parte del grupo. Por eso, para mí Lo de Roberto tiene algo especial. Es un boliche donde puede suceder de todo, podés tomar un vino y escuchar a un cantor genial como Osvaldo. Es un lugar exclusivamente para porteños, con la mística tanguera de antes". Un dato más: Roberto fue tentado varias veces por agencias de turismo para abrir el boliche los domingos para turistas y se negó reiteradamente.
Gabriel Plaza
Imperdible
El Boliche de Roberto (plaza Almagro)
El local de 1894 es uno de los reductos preferidos de la actualidad. La peña de los jueves y sábados, a partir de las 2 de la mañana, con el crédito del local, don Osvaldo, es una cita con el tango más entrañable. No se cobra entrada.
Publicado en Diario La Nacion del 20/09/2001.



Frente del local (Octubre 2001) Bulnes esq. Perón.