De vuelta a casa

El 1° de diciembre, Zahira, la pequeña vecinita de Almagro, de solo seis años sufrió un terrible accidente, cuando cayó sobre su cabeza una gruesa rama de un árbol, mientras jugaba con su hermanito en la plaza del barrio.

Hubo gran desesperación de sus padres ante la terrible situación que parecía fatal y luego de la solidaridad de una mujer, que los llevó con su auto al hospital, Zahira permaneció internada durante 36 días, en estado crítico, pero la excelente atención de los médicos del Hospital de Niños Ricardo Gutiérrez, la fuerza y esperanza de sus padres, el ruego de todos los que se unieron en cadenas de oración y la bondad infinita de Dios, hicieron que la niña haya sido dada de alta y pudiera regresar a su hogar.

Gran cantidad de medios esperaban la salida de Zahira, que acostumbrada a enfrentar a las cámaras y lejos de intimidarse, se mostró feliz y expresando sus ganas de salir a pasear (dijo que quería ir al zoológico), también tenía ganas de jugar y abrazar a su hermanito, a quien extrañó mucho durante su internación.

Los padres se veían felices y cumpliendo su objetivo expresado desde las primeras notas, luego del accidente: “Salir del hospital, de la mano de su hija, caminando y recuperada”.

No obstante, la madre de la niña, dijo a los medios que “las cosas no van a quedar así, no pueden quedar así” y que quería que aparezcan los responsables, “los de arriba y no los pobres perejiles que mandan a podar los árboles". Quiere a los verdaderos responsables que deben ocuparse del control de los lugares públicos pero no se ocupan y luego hay que lamentar estos hechos, que afortunadamente, en esta oportunidad, tuvieron un final feliz.

A la salida del hospital varios familiares y amigos esperaban la salida de la familia Morales con un cartel que decía: "Lo lograste Zahira".

Adrián, padre de la niña, dijo que el martes debe volver al Gutiérrez para los primeros controles."Ella no está cien por ciento bien todavía, pero ya la tengo conmigo". Zahira sigue en tratamiento, medicada y debe hacer rehabilitación, yendo varias veces a la semana al Hospital de Niños donde fue atendida. La cabeza de la nena tiene que amoldarse a su nueva prótesis, sin embargo, Zahira camina y habla con normalidad.

Como si fuera poca desgracia la sufrida por su hija, Adrián Morales, se quedó sin trabajo. Se desempeñaba como panadero, pero a causa del tiempo que tuvo que dedicar a la atención de Zahira, fue despedido y muy amargado expresó a los medios "La dueña de la panadería ni me llamó". Esperamos que su empleador sepa comprender la situación vivida por este hombre, recapacite y lo reintegre a su puesto de trabajo o si alguien está necesitando un empleado de ese oficio lo tenga en cuenta.

Todos deseamos la recuperación definitiva de Zahira y compartimos la alegría de su regreso a casa.

www.info-almagro.com.ar (10/01/10) - (Extensión 3009 caracteres)