Pasó el día de San Valentín

Los enamorados tuvieron su día, en Buenos Aires se lo recordó, los caballeros tuvieron oportunidad de engalanar a sus amadas, y los comerciantes agradecidos.

El 14 de febrero se conmemora el día de San Valentín, también conocido como el "día de los enamorados", una tradición anglosajona que con el tiempo fue adoptada en países de otras latitudes.

Desde el siglo XIX en Inglaterra comenzó el intercambio de postales producidas masivamente. A esta práctica se sumó el dar otro tipo de regalos como rosas y chocolates, normalmente regalados por los hombres a las mujeres. En Estados Unidos, esta celebración también se empezó a asociar con un saludo de amor platónico de «Happy Valentine’s», enviado por los hombres a sus amigas.

Es común el regalo de rosas entre los novios, amigos y/o familiares, tanto es así que el color de la rosa determina el mensaje que se pretende expresar. Por ejemplo, la rosa roja simboliza el amor, la blanca representa la paz y la amarilla la amistad.

La primera asociación entre el amor romántico y el Día de San Valentín se encuentra en el Parlement of Foules (1382) del poeta inglés Geoffrey Chaucer (1343-1400):
Porque esto fue el día de san Valentín,
cuando cada ave vino aquí a elegir su pareja.

En nuestra ciudad el domingo a la mañana se vio a muchos caballeros haciendo cola en los puestos de flores, donde la media docena de rosas, que habitualmente cobran entre 5 y 6 pesos, costaba 10 pesos. Pero a los enamorados no les importó que les cobraran un precio abusivo e injustificado, sus amadas merecían ser agasajadas.

Luego estuvimos en una reconocida confitería del barrio, donde había que esperar varios números para comprar una cajita de deliciosos bombones, de esos por los cuales mueren las damas y ante los cuales sucumben y se olvidan de las dietas, el acné, el colesterol y cosas por el estilo.

No faltaron los galanes que por la Avenida Santa Fe "campaneaban" de reojo los negocios de lencería femenina, así, como quien no quiere la cosa, se hacían los distraídos y cuando se desinhibían ingresaban para comprar alguna prenda con la cual su amada se volviera irresistible.

Durante los días previos, en los diarios, en Internet y en cuanto espacio se pudiera publicitar algo, estaba plagado de ofertas tan diversas como: una cena romántica a la luz de la velas, navegación nocturna por el Tigre o el Río de la Plata, una suite de un lujoso hotel con botella de champagne incluída, en fin... todo lo que se le pueda ocurrir es válido para sorprender a la mujer amada.

Una buena ocasión para quedar bien con su pareja, tal vez para olvidar alguna rencilla, la oportunidad justa para una reconciliación y un gran negocio para los comerciantes.

www.info-almagro.com.ar (15/02/10) - (Extensión 2713 caracteres)
Fuente consultada: Wikipedia.com