Semana Santa en la ciudad

Invasión de turistas, éxodo de porteños. Multitudinario Vía Crucis, misa en la Catedral y mensaje del cardenal Jorge Bergoglio, que enfatizó: "el diálogo nos hace bien a todos".

El miércoles a las 16 volvía de Tigre y al llegar a Panamericana y General Paz había un embotellamiento terrible, mano hacia el Riachuelo, la fila llegaba por Avenida Costanera hasta el Aeroparque, con vehículos detenidos y avanzando a paso de hombre, producto de los porteños que emigraban hacia otros centros turísticos.

Como contrapartida, Jueves, Viernes, Sábado y Domingo, al caminar por La Boca, Plaza de Mayo, Florida o Recoleta, si cerrábamos los ojos parecía que estábamos en Río de Janeiro o San Pablo, solo se oía hablar en portugués, fue una invasión de turistas brasileños.

El jueves por la mañana fuimos a misa en la Catedral Metropolitana, donde ofició la ceremonia el cardenal Jorge Bergoglio. Ante un lleno total del máximo templo porteño, el arzobispo de Buenos Aires advirtió que el pueblo está cansado de la crispación, las agresiones y los enfrentamientos.

Bergoglio exhortó a "fomentar la cultura del encuentro y del diálogo" y enfatizó "El diálogo nos hace bien a todos. Es difícil, porque supone salirse de sí mismos y ponerse en el lugar del otro. Pero hay que dar pequeños pasitos hacia el encuentro".

El cardenal expresó "Nuestro pueblo fiel está cansado de un mundo que agrede, que enfrenta a hermanos contra hermanos, que destruye y calumnia. Nuestro pueblo no quiere sacerdotes crispados" y agregó "Yo les hablé a los curas y a mí en primer lugar. Que los políticos juzguen las cosas de los políticos" y continuó "La crispación viene de pretender controlar el propio poder". También citó pasajes bíblicos "Si te dan un sopapo, poné la otra mejilla", poniendo como ejemplo: "Jesús sufrió torturas, calabozo, corona de espinas y un juicio trucho. Y no se defendió".

En diálogo con la prensa Bergoglio destacó "Es verdad que siempre estamos con problemas; a uno se le pueden escapar los pájaros o ponerse nervioso. Pero siempre tenemos que hacer un esfuerzo grande para mantener la mansedumbre" y continuó diciendo "La crispación viene de pretender controlar el propio poder. Lo contrario del saberse conducido por el buen pastor." para finalizar destacando "Nuestro pueblo nos pide paciencia y mansedumbre. Tenemos que hacer un gran esfuerzo para ser mansos."

Por otra parte el viernes 2 se realizó, por octavo año consecutivo, el tradicional Vía Crucis por la Avenida de Mayo, con una concurrencia estimada en 40.000 personas. La ceremonia tuvo su comienzo, donde se cruzan la Avenida de Mayo y Luis Sáenz Peña, a las ocho y media de la noche, para finalizar una hora y media después en la Plaza de Mayo, luego de recorrer las catorce estaciones.

Participó de la marcha el arzobispo de Buenos Aires, quien caminó mezclado con el público que llevó la cruz y la imágen del Cristo del Buen Amor y la Virgen Dolorosa. Al final del Vía Crucis, Bergoglio expresó: "Acompañamos a Jesús doliente en este su camino a la cruz en el Viernes Santo. Ahora lo vamos a acompañar al sepulcro y pedirle que nos abra el corazón para acompañarlo a él, sufriente, en tantos Cristos que vemos en esta ciudad".

Así pasaron las Pascuas en la Ciudad de Buenos Aires, con las tradicionales ceremonias religiosas donde participaron multitudes y con nuestras calles invadidas de turistas.

www.info-almagro.com.ar (05/04/10) - (Extensión 3388 caracteres)