¿Hasta cuando?

El viernes 16 de abril, a las cinco de la tarde en Medrano y Lezica había un grupo de jóvenes "limpiavidrios" que con prepotencia obligaban a los automovilistas a usar sus servicios.

En otras notas ya hemos escrito sobre los tristemente célebres "trapitos", pero por si fuera poco, también debemos padecer el acoso de los "limpiavidrios" o ensuciavidrios, depende si el automovilista accede o no a que estos señores limpien el parabrisas de su vehículo. Sin importar si está limpio o no, ellos se avalanzan sobre el mismo y compulsivamente enjabonan el vidrio sin pedir la correspondiente autorización a conductor.

Precisamente, el viernes 16 de abril, eran las cinco de la tarde y me encontraba paseando por el barrio con un grupo de turistas que deseaban conocer la historia de Almagro. Circulábamos por la Avenida Medrano y al llegar a la esquina de la calle Lezica el bus se detuvo a esperar el cambio de luz del semáforo de Rivadavia, fue entonces cuando se avalanzaron sobre el transporte tres jóvenes y ante la negativa del chofer, pues el vidrio estaba impecable, estos sujetos esparcieron la espuma con sus secadores y luego exigieron la paga por un servicio que nadie les pidió. Como el conductor rehusó hacerlo, entonces ensuciaron gran parte del parabrisas y se marcharon riéndose y con actitud desafiante.

Es muy común que esto ocurra, a quien escribe esta nota, hace tiempo, lo han parado en Maza e Hipólito Yrigoyen con el auto recién lavado, solo circulé una cuadra y en otra oportunidad en Rivadavia y Bulnes, a cien metros del lavacoches. Con mucha maldad tiraron la espuma, cuando cualquiera se podía dar cuenta que el auto estaba impecable, eso no me lo banco. Una cosa es que se quieran ganar unas monedas honestamente, cosa que veo muy bien, y otra cosa es esa actitud patoteril.

Es hora de terminar con este atropello, las autoridades, llámese legisladores, policía o quien sea, debe actuar en defensa de los derechos del ciudadano común, usted me entiende ¿no? ... me refiero al tipo que todos los días se levanta temprano para ir a trabajar, el que paga religiosamente los impuestos y el que transita por la ciudad sin molestar a nadie y tiene que bancarse a todos estos energúmenos, que SÍ gozan de protección, porque el día que un automovilista se baje de su auto indignado y le pegue un golpe a uno, seguro que lo llevan preso y aparece en todos los noticieros como un intolerante y agresivo, por supuesto con todas las organizaciones de derechos humanos tratándolo como si hubiera tirado la bomba atómica, cuando en realidad lo único que hizo fue defender sus derechos, ante la pasividad y ausencia de quien debería hacerlo.

www.info-almagro.com.ar (23/04/10) - (Extensión 2665 caracteres)