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Solidarios o sirvientes?

El domingo 15 de agosto eran las 9 de la mañana, hacía un frío terrible y estábamos en la Plaza de Mayo, esperando encontrarnos con otra gente, cuando observamos a unos indigentes que dormían en un cantero y pensamos "pobre gente".

Grande fue nuestra sorpresa cuando vimos llegar a tres muchachos y una señorita, con un termo y varias viandas, se acercaron a la gente citada en el párrafo anterior y muy amablemente, como quien despierta a un hijo, les dijeron "les trajimos el desayuno", estos señores se sentaron, recibieron su "ración" y uno de ellos dijo en tono de reproche "a mí no me dieron cuchara para revolver", refiriéndose a la infusión que había recibido. Nos quedamos pasmados, le habló como si se dirigiera a un esclavo o como un jefe autoritario trataría a sus empleados.

Eso no es todo, cuando terminaron de comer, arrojaron los vasitos y bandejas descartables a los canteros y pasillos de la Plaza, que dicho sea de paso era un asco, toda sucia y hasta había estiércol de caballos sobre la vereda de Rivadavia, frente a la Catedral, en cuya vereda y en las aberturas de la Curia Metropolitana tampoco faltaban los indigentes durmiento.

Entonces la pregunta es ¿qué se creen que son estos sujetos? que actúan de esa manera ante estos ciudadanos que se levantaron vaya a saber a qué hora de la madrugada de un domingo, cuando podrían haber dormido un rato más, calentitos, en su casa, con su familia y sin embargo se sacrificaron para beneficiar a estos necesitados. Estos jóvenes solidarios venían desde Boulogne y traían 65 viandas para repartir entre la gente en situación de calle que se encuentra en la Plaza de Mayo y también la Avenida 9 de Julio. Mientras que los beneficiados ni siquiera caminaron 5 metros para arrojar los residuos en un cesto.

No solo dan una imágen patética, además ensucian sin miramientos los espacios públicos y en algunos casos molestan a los transeúntes. Es hora de decir basta, si las autoridades no ponen un freno a esto, la ciudad va a estar invadida por esta gente, no esperemos que eso ocurra, porque cada vez será más complicado tomar medidas. Tomemos como ejemplo las villas, si las erradicaran cuando colocan dos o tres ranchos, se acabó el problema, pero si esperamos que construyan "torres" de cinco pisos como en la villa 31, la cosa se complica.

www.info-almagro.com.ar (21/08/10) - (Extensión 2329 caracteres)