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La casa del virrey Liniers

El gobierno porteño adquirió la casa del virrey Santiago de Liniers, situada en el barrio de Monserrat, junto con otros dos edificios, que pertenecieron a Manuel de Sarratea y a la editorial Angel Estrada. La adquisición de las tres propiedades representó un costo de 9.085.000 millones de pesos.

Estos edificios serán utilizados como sedes de la Dirección de Patrimonio, Instituto Histórico, Biblioteca, Centro de Investigación, Archivo Histórico y Centro Arqueológico, que hasta hoy se encontraban en diferentes barrios y edificios de nuestra ciudad.

El inmueble que perteneció a Liniers, situado en Venezuela 469, fue construido en 1788 y es el lugar donde el Coronel Beresford, al frente de las tropas inglesas, firmó la rendición, el 12 de agosto de 1806 ante el Virrey Liniers. Esa casa será utilizada ahora, como Centro Histórico y Arqueológico de la Ciudad de Buenos Aires.

El Ministro de Cultura porteño, Hernán Lombardi, proyecta abrir la casa al público para dar a conocer el importante patrimonio histórico porteño como museo y sede de exposiciones, sumando al circuito el Centro Cultural Defensa, el ex Padelai y la Casa de Josefa Ezcurra.

Ya que hablamos del Virrey Santiago de Liniers, sería bueno recordar que alguna vez anduvo por nuestro barrio de Almagro. Algunos historiadores dicen que tuvo una casa en la manzana de Hipólito Yrigoyen, Moreno, Maza y la calle que lleva su nombre. Aunque algunos dicen que no vivió allí sino que en ese lugar tuvo un emprendimiento, junto a su hermano el Conde Santiago Luis Enrique, instalaron una fábrica de pastillas elaboradas con carne cocida moldeada y enfriada (algo similar a los actuales calditos). En realidad los hermanos Liniers nunca fueron propietarios de ninguna de las dos quintas existentes en el lugar, sino que las arrendaron para explotar el negocio, que por otra parte fue un total fracaso económico.

Por mucho tiempo, aquel antiguo edificio abandonado guardó la memoria y los secretos de su pasado y de sus antiguos habitantes, y en una pared externa del mismo podía leerse "Conde de Buenos Aires", tal vez un testimonio de los pocos que delatan al lugar como residencia de Santiago de Liniers. Mientras que en la esquina de Yrigoyen y Liniers se alzaba un mirador que perduró un tiempo más, y se lo conocía como Mirador de Lange o Mirador de Liniers.

Esa quinta fue loteada y dividida por el pasaje que en el año 1904 tomó el nombre de Lucero, en homenaje al Coronel José Cecilio Lucero, que combatió con San Martín en las batallas libertadoras.

Un sector del barrio con mucha historia. Durante muchos años el predio permaneció abandonado y los vecinos reclamaron una plaza, pero finalmente en 1998 se construyó un complejo edilicio compuesto por dos torres, un parque privado y una piscina, muy bonitos.

www.info-almagro.com.ar (30/08/10) - (Extensión 2806 caracteres)