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Xenofobia

Palabra que se ha puesto de moda la última semana, debido a los hechos de público conocimiento ocurridos en el Parque Indoamericano, ocupado ilegalmente.

Muchos de los que hoy hablan de xenofobia, son los mismos que en varias oportunidades quemaron banderas de Estados Unidos, Inglaterra, Chile o fueron a gritar consignas ofensivas a los futbolistas brasileños en más de un encuentro con nuestro seleccionado nacional o partidos por las copas regionales, ya sea por su nacionalidad o color de piel. También están los convencidos que al que le fue mejor, porque se rompió el alma trabajando, tiene que compartir con los que nunca se preocuparon por progresar y se dedicaron a la vagancia.

Según Wikipedia.org la xenofobia (Del griego xeno = extranjero y fobia = temor) es el odio y rechazo al extranjero, con manifestaciones que van desde el rechazo más o menos manifiesto, el desprecio y las amenazas, hasta las agresiones y asesinatos. Una de las formas más comunes de xenofobia es la que se ejerce en función de la raza, esto es, el racismo. La ´Convención Internacional sobre la Eliminación de todas las Formas de Discriminación Racial´ (aprobada por la Asamblea General de las Naciones Unidas el 21 de diciembre de 1965) define la discriminación racial o xenofobia como:

"Toda distinción, exclusión, restricción o preferencia basada en motivos de raza, color, linaje u origen nacional o étnico que tenga por objeto o por resultado anular o menoscabar el reconocimiento, goce o ejercicio, en condiciones de igualdad, de los derechos humanos y libertades fundamentales en las esferas política, económica, social, cultural o en cualquier otra esfera de la vida pública".

Hace pocos días el Jefe de Gabinete Nacional, Dr. Aníbal Fernández, tildó de xenófobo al Jefe de Gobierno porteño, Ing. Mauricio Macri, porque acertadamente dijo que desalojaría el predio del Parque Iberoamericano, ocupado ilegalmente, en su mayoría por inmigrantes de países limítrofes. No es cuestión de dar vuelta las cosas para confundir a la población y sacar rédito político.

Personalmente me opongo a todo tipo de discriminación, tengo amigos brasileños, peruanos, colombianos, paraguayos, uruguayos, españoles, italianos, judíos y por mi trabajo tengo trato frecuente con excelentes personas de otras nacionalidades. La distinción debe hacerse por la calidad de la persona y entre lo que es legal o ilegal, más allá de nacionalidad, religión, partido político o color de piel. Lo que está mal, está mal, independientemente de quién lo haga.

Siento un gran respeto y siempre lo manifiesto públicamente por la colectividad boliviana, es gente educada y trabajadora, a tal punto que muchas veces los empresarios abusan de ellos, y precisamente eso es lo que hay que combatir, esa es la manera de defenderlos, de protegerlos, no, avalando la ocupación ilegal de un espacio público o una propiedad privada, para luego exigir una vivienda o un subsidio. Del mismo modo los paraguayos, peruanos, chilenos, uruguayos o de donde sea, pero que vengan a trabajar, como lo hicieron nuestros abuelos que llegaban con una mano atrás y otra adelante, se "rompieron el lomo" trabajando para comprarse un terrenito y luego edificaron cada cual de acuerdo a sus posibilidades. Sin ocupar terrenos ajenos ni exigir "una vivienda digna", se la ganaron con el sudor de su frente.

Yo era muy niño aún cuando mi padre se enfermó y tuvimos que dejar una casa que alquilábamos en el centro de Avellaneda, para irnos al medio del campo, donde compraron un terreno acorde a sus recursos, allí colocaron una prefabricada de madera, no había calles asfaltadas, gas, ni agua corriente. Para ir a la escuela tenía que caminar 15 cuadras, pisando escarcha en invierno, en medio del barro cuando llovía y bajo el sol los días de calor, sin embargo nadie se quejaba, cada cual vivía como podía, decentemente y sin pedir nada a nadie. No hacíamos piquetes, no exigíamos planes trabajar, no nos drogábamos, ni exigíamos al estado que nos regale una casa. Empecé a trabajar a los trece años y si hoy tengo algo es porque me lo gané trabajando duro, me despojaron de mis ahorros dos veces (Herman González y Domingo Cavallo), quedé en la lona, pero seguí "laburando" para no quedar sumergido, así que no me vengan a decir a mí lo que es luchar. Por supuesto, no soy el único, hay miles, tal vez millones que debieron pasar por lo mismo.

Como bien dice un proverbio chino "Regala un pescado a un hombre y le darás alimento para un día, enséñale a pescar y lo alimentarás para el resto de su vida." Lo que hay que hacer es fomentar la cultura del trabajo, no de la vagancia y la comodidad de exigir al estado que les dé todo. Una casa digna es la que se construye con esfuerzo, con el fruto del trabajo y no de la dádiva y el clientelismo político.

Otra de las cosas que me pone furioso es que usen a los niños de escudo, estoy harto de escuchar “Me tienen que dar una casa porque tengo 8 hijos”, entonces yo pregunto ¿de dónde salieron esos hijos, de un repollo?, si saben que la situación económica no es la ideal, no tengan tantos hijos, eso se puede lograr fácilmente ¿no le parece?. A mi me encantan los chicos y hubiese tenido cinco, pero tuve uno, porque quise darle educación y todo lo necesario para vivir dignamente. No es cuestión de traer hijos al mundo para cobrar un subsidio y darles una vida miserable para que terminen drogándose o delinquiendo.

Un familiar tenía en venta una casa en Balvanera, que de un día para otro apareció tomada, había más de cuarenta peruanos, casi todos con frondoso prontuario, sin embargo cuando fui a hacer la denuncia y pedir a la policía que desalojara a los intrusos, el oficial de guardia me dijo: "Cómprese un revolver y vaya a sacarlos usted... pero con cuidado de no lastimar a nadie, porque si eso ocurre lo voy a tener me meter preso". Nadie se imagina la impotencia que sentí en ese momento. Pasaron casi tres años hasta que el juez ordenó el desalojo, cuando esto ocurrió encontré la casa totalmente destruída, robaron la cocina, el calefón, las griferías, en fin sería interminable la lista de daños causados, además del costo del juicio. La misma suerte corrieron muchas casas del barrio de Almagro.

Es en esas circunstancias cuando me pregunto, a quién protege la ley? Quién cuida al ciudadano honesto? Quién defiende nuestros derechos? o estamos viviendo en un "cambalache", como lo escribió Discépolo?

www.info-almagro.com.ar (12/12/10) - (Extensión 6406 caracteres)