Cómo es la milonga porteña?

El viernes 7 de abril me acerqué a un local de la calle Maipú 444, eran las 17.30, subí las escaleras que conducen al salón de baile, pasando antes por la boletería, donde me recibió muy cordialmente Graciela López, la organizadora, quien me invitó a pasar para conocer el lugar.

En ese momento se estaba desarrollando una clase de baile, que había comenzado hacía media hora y terminaba a las 18, es muy interesante ver como el profesor enseña a los alumnos todas las técnicas, que luego habrían de emplear para lucirse en "la milonga" cuando llegara el resto de la gente.

Es un salón muy amplio, tiene capacidad para 150 personas comodamente ubicadas y suficiente espacio para bailar sin molestarse. En el centro un gran espacio destinado a la pista de baile, con piso de parquet muy bien cuidado, y a su alrededor las tradicionales mesitas y sus respectivas sillas muy prolijamente acomodadas. En una esquina del salón hay una barra, donde se puede tomar desde un café hasta una copa de champagne.

A medida que llegaba la gente, sobre el costado izquierdo iban ocupando las mesas los caballeros y las damas se sentaban sobre el lateral derecho de la pista, mientras que los que llegaban en pareja (muy pocos) se ubicaban en las cabeceras y en mesas de segunda o tercera fila. Según nos contó Graciela, en horas de la tarde la mayoría llegan en forma individual y van a bailar unas horas y se retiran temprano, después llegan los que se quedan hasta que cierra, a las tres de la madrugada.

Por lo que pude apreciar el público que asiste ronda entre los 40 y los 60 años y son muy buenos bailarines. "Acá la más linda es la que baila mejor" no decía Graciela López y también nos comentaba que esa milonga tiene una particularidad, hay un bloque en que las mujeres sacan a bailar a los hombres.

El tango de salón, según nos explicaron, consiste en caminar alrededor de la pista en sentido contrario a las agujas del reloj, al son de la música, con los pies contra el piso, sin hacer muchos adornos y lógicamente aplicando la técnica que ello requiere. No tiene nada que ver con lo que generalmente se muestra en los shows o exhibiciones, eso es el tango escenario o acrobático.

Me sorprendió la rotación que había entre las parejas, nadie bailaba con el/la misma compañera/o más de tres piezas. Eso tiene una explicación, cuando se lo comenté a Graciela ella me dijo "nadie quiere quedar comprometido con nadie, porque si te ven bailar mucho con el mismo después otros no te sacan a bailar".

Otro de los detalles es que se puede ver a un señor de 70 años bailando con una de 40, o a uno de 40 bailando con una señora de 60, la edad no importa, lo único que importa es milonguear y si lo hacen bien, mucho mejor

También hablamos con Hernán Alvarez un jovencito de apenas 23 años, disc jockey del lugar, con un conocimiento increíble del tango y además buen bailarín, según nos contaron. Consultado, Hernán nos dijo que lo más bailado es el tango de los años 40, como D'Arienzo, Biaggi, Canaro, Pugliese, Di Sarli, Troilo, Caló, entre otros tantos. "D'Arienzo es uno de los favoritos, porque tiene el ritmo bien marcado" nos decía Hernán.

Así que señora/señor, prepare los zapatitos y dése el gusto de bailar unos tanguitos, valses o milongas. Con solo siete pesos para la entrada los viernes puede milonguear desde las 18 hasta las 3 de la madrugada.

Agradecemos a Graciela López y a Hernán Alvarez, que nos hicieron conocer cómo funciona una milonga en el centro porteño.

www.info-almagro.com.ar (13/04/06)