Devoción por San Cayetano

Más de veinte cuadras de cola para ingresar al santuario, donde los fieles fueron a pedir o agradecer el pan y el trabajo. El cardenal Bergoglio, afirmó que la dignidad de cada persona "no se negocia" y que la dádiva y los privilegios atentan contra la dignidad y pueden transformar a las personas en esclavos o en clientes.

En un altar ubicado en la vereda, sobre la calle Cuzco, el cardenal Jorge Mario Bergoglio, dijo: "Saludo al último peregrino que está ahora en la fila y que llegará hasta acá dentro de 12 horas" y agregó "Como familia de San Cayetano, pedimos paz, trabajo y dignidad".

Bergoglio destacó: "Cuando una sociedad basa el reparto de los bienes no en el trabajo sino en la dádiva o en los privilegios pierde el sentido de dignidad y rápidamente se vuelve injusta la distribución de los bienes y las personas en vez de ser dignas son transformadas en esclavos o clientes"

Al finalizar la misa, el cardenal recorrió las 20 cuadras de cola, saludando a los peregrinos. Se fotografió con aquellos que lo solicitaban, dio la mano a cada uno de los que esperaban y a todos les pidió: "Recen por mí".

Había dos filas, una llamada "rápida", que posibilitaba ver al santo a un metro de distancia y otra que permitía tocar el vidrio que protege la imagen del patrono del pan y el trabajo.

También en el microcentro porteño instalaron una imágen de San Cayetano, en la esquina de la peatonal Florida y Bartolomé Mitre, allí miles de fieles que durante el día cumplían con sus obligaciones laborales se acercaban hasta el lugar para rezar una oración y recibir la bendición de los sacerdotes allí presentes.

www.info-almagro.com.ar (14/08/07)