Un palacio oculto en "el Once"

En 1910 sus instalaciones fueron marco de L´Operetti, agrupación de cantantes de ópera, que, por la belleza del edificio, la importancia de su escenario y la acústica de su sala llamó al lugar Palazzo Rossini, en honor al compositor italiano autor de numerosas óperas, tales como "El barbero de Sevilla" y "Guillermo Tell". Durante años se interpretaron en la sala las mejores arias de Puccini, Verdi y Rossini.

Años más tarde comenzó a funcionar como Salón de Baile y durante gran parte de su historia fue un prestigioso Salón de Tango.

Por su tradicional entrada se vieron pasar incontables personalidades de la época, que teñían de un brillo especial cada una de sus veladas inolvidables.

Al ingresar, en el piso se destacan algunas baldosas más gastadas que el resto. La gente del lugar nos decía que allí era donde se detenían las damas, mientras el caballero se desplazaba hacia la izquierda, donde estaba la boletería para comprar su entrada, y como un símbolo de esa época se las dejó así.

También se puede ver una barra, tal como fue en otros tiempos y afiches publicitarios de hace muchas décadas.

Actualmente, gracias al aporte de un grupo de jóvenes emprendedores argentinos que tomaron la responsabilidad de restaurar minuciosamente el Palazzo y de imbuirle nueva vida frente al desafío de difundir la cultura ciudadana, el Tango y el espíritu cosmopolita de Buenos Aires en este Siglo XXI, allí funciona Sabor a Tango, un lugar donde se puede disfrutar de una cena y show de tango. También se organizan milongas las noches de sábado, hasta las cinco de la mañana.

Además funciona un desayunador, del cual la mayor parte de sus clientes es gente que llega del interior en grandes ómnibus para hacer sus compras en la zona comercial de "Once" (Balvanera), vienen muy temprano para proveerse de mercaderías y regresar en el día a su lugar de orígen.

www.info-almagro.com.ar (21/10/07)