La Boca perdió un ícono

Guillermo Barros Schelotto y Martín Palermo le habían regalado una parcela en el cementerio boquense de La Plata, donde desde hoy descansan sus restos.

El 22 de diciembre pasado, debió ser internada en el hospital Argerich, después de una caída que le produjo la rotura de la cadera, su estado de salud se fue complicando a medida que transcurría el tiempo.

Antes de ser internada vivió durante más de diez años en el asilo del ex hospital Rawson, donde era visitada frecuentemente por los jugadores de Boca.

Su nombre era María Esther Duffau, nació en Villa Urquiza en el año 1933, fue una niña de la calle que pasó por el reformatorio, la cárcel y hospitales neuropsiquiátricos.

Su vida fue llevada al cine en 1975, maravillosamente interpretada por Marilina Ross, en una película titulada La Raulito que fue dirigida por Lautaro Murúa.

A La Raulito la veíamos a menudo en el club y cuando la consultamos de qué manera había surgido ese gran amor por la azul y oro, ella nos respondió: "Nadie me hizo de Boca, yo solita ya sabía que esos colores me iban a dar muchísimas alegrías".

Poco antes de fallecer, uno de los últimos comentarios que hizo fue "Me gustaría dar otra vuelta olímpica, aunque sea en silla de ruedas, Boca es mi vida".

www.info-almagro.com.ar (01/05/08)