"Lo de Hansen"Transcurrían los últimos días de diciembre de 2008 cuando un grupo de arqueólogos descubrió restos del Café de Hansen, a medio metro bajo tierra todavía quedan partes del piso de ladrillos de ese mítico lugar tan relacionado con la historia del tango, que fue demolido por orden del intendente Joaquín S. de Anchorena en 1912.El lugar está ubicado en la esquina de las avenidas Figueroa Alcorta y Sarmiento, en las cercanías del Planetario y de la zona de Lagos de Palermo. Allí el Ministerio de Cultura porteño instaló una carpa y según expresó el titular de esa cartera, Hernán Lombardi, "La idea es seguir excavando pero vamos a aprovechar el hallazgo para instalar la zona como un paseo en el que los vecinos conozcan el perfil que tenía la Ciudad en aquellos años". Según cuenta Daniel Schavelzon, de la Dirección General de Patrimonio e Instituto Histórico de la Ciudad de Buenos Aires, "El propietario original, Juan Hansen, transformó la vivienda que se cree que fue una de las que tuvo Juan Manuel de Rosas en Palermo. Se dice que los parroquianos bailaban, sotto voce, en el patio trasero". Su dueño original fue un inmigrante alemán llamado Juan Hansen quien lo dirigió entre 1877 y 1892, año en que falleció, luego pasó a manos del señor Anselmo Tarana, quien lo tuvo hasta que fue demolido, veinte años después. El reconocido historiador Enrique Puccia cuenta que "en las primeras horas se daba el desayuno a los niños, a media mañana leche y yema batida para jinetes y ciclistas. A la tarde merienda o aperitivo. Al anochecer se cenaba. A la noche los amantes del tango llegaban para disfrutar de esa música que allí se tocaba". Según el destacado compositor Enrique Cadícamo, "era un salón de baile, concurrido por gente calavera de diferentes rangos. Era un ambiente bravo, pero muy divertido". Dice la leyenda que allí nació el tango y era famoso el sitio como local bailable. En realidad nada de esto tiene comprobación fehaciente y algunos historiadores sostienen que ni se cantó ni se bailó tango en época de Juan Hansen. Por ejemplo, Felipe Amadeo Lastra aseguraba que: “no se bailaba, estaba prohibido como en todos los sitios públicos. Recién se pudo bailar en el Pabellón de las Rosas, primera Boite que hubo en Buenos Aires”. Aunque, según la crónica policial de la época, se produjo un recordado incidente cuando prohibieron la ejecución del tango "El esquinazo", porque la clientela acompañaba con golpes de cucharitas, manos o de pies el segundo compás que decía: "Nada me importa de tu amor; ¡ golpeá no más!... Como consecuencia de ello se colocó en el local un cartel que decía "Prohibido ejecutar el tango El Esquinazo". Como verá, estimado vecino, hay muchas contradicciones, pero si dicen que allí bailó la Rubia Mireya démosle crédito y recordemos "lo linda que era", si ¡Se formaba rueda pa´verla bailar!... y si a eso le sumamos que Margarita Verdier (la rubia Mireya) vivió en una habitación del conventillo que hubo en Castro Barros 433, del Barrio de Almagro, yo creo que en lo de Hansen se bailó... y si no fue así, doy vuelta la cara y me pongo a llorar…
www.info-almagro.com.ar (21/01/09)
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