Los tiempos cambian

En los orígenes del Tango, allá por el mil novecientos, los hombres bailaban entre ellos, era cosa de guapos, pero hoy en día ya no es tan así la cosa.

Ayer estuvimos en Harrods, en el marco del Festival de Tango, allí se desarrollaban varias actividades, entre ellas, clases de baile, era muy interesante ver como los profesores enseñaban a los principiantes a dar los primeros pasos (el básico) y algunas rutinas simples para que los presentes “se la rebuscaran” en una improvisada “milonga”. Había muchos turistas extranjeros deslumbrados por nuestra danza ciudadana y también gran numero de porteños, algunos que ya la tenían clara y fueron a lucirse, mientras que otros hacían sus primeras experiencias al ritmo del 2 x 4. Con gran satisfacción vimos que varios adolescentes estaban muy entusiasmados con el tango y entre ochos y sacadas despertaban la admiración de los presentes.

Lo curioso es que como era mayor el número de mujeres que deseaban bailar, respecto de los hombres, muchas parejas estaban formadas por “señoritas” que no querían perderse la oportunidad de milonguear.

Vale recordar que el Tango nació como una danza prostibularia y los “compadritos” que querían lucirse en el baile, no tenían con quien practicar pues las “mujeres decentes” no bailaban el Tango, entonces no les quedaba otra que bailar entre ellos.

Por eso decimos que los tiempos cambian, ya no es cosa de hombres, parece que las damas coparon la parada y no tienen reparo en bailar entre ellas.

www.info-almagro.com.ar (18/08/09) - (Extensión 1508 caracteres)