Marcha del orgullo gay

El sábado 7 de noviembre se llevó a cabo la 18ª edición de la clásica marcha que en medio de una fiesta de música y color recorrió la Avenida de Mayo.

La reunión comenzó a las 15 con una feria en Plaza de Mayo, luego aproximadamente a las 18,30 comenzó el recorrido que la caravana realizó por la tradicional Avenida de Mayo, uniendo la histórica plaza con el Congreso de la Nación.

Una multitud se “adueñó” de la avenida porteña para acompañar o ver el paso de las 20 "carrozas", en realidad camiones con largos semi remolques colmados de gays bailando y saltando al compás de la música a fuerte volúmen que animaba la fiesta.

La actividad estuvo organizada por varias agrupaciones, entre ellas la Comunidad Homosexual Argentina (CHA), la Asociación Travestis Transexuales Transgénero Argentinas, La Fulana, 100% Diversidad y otras.

No faltaron las cartelas con reclamos a los gobernantes con las consignas "¡Matrimonio ya!" o "Libertad e igualdad de derechos. No a los códigos de faltas".

Me sorprendió ver a un grupo gay con el clásico quipá de la comunidad judía sobre sus cabezas y la bandera multicolor. Consultamos a uno de ellos y nos dijo: "Comenzamos hace cinco años, para poder desarrollar el tema de la homosexualidad dentro del judaísmo, porque no es un tema muy hablado en nuestra religión".

Al llegar frente al Congreso Nacional, se armó la gran fiesta que dio cierre a la Marcha del Orgullo Gay Lésbico Trans Bisexual.

Por supuesto, no faltó Barbie, la vedette, cantante, bailarina y conductora, de extensa trayectoria en la vida mediática. Se trata de un travesti de 40 años, que desde los 17 le agregó una letra a su nombre, desde entonces se llama Luisa, vive en Villa Lugano y es muy curioso ver las promociones de un tour gay por Buenos Aires, donde una de las paradas es Villa Lugano, para mostrar la casa de "Barbie".

Estaba tomando un café en la vereda de Avenida de Mayo con mi mujer y una pareja amiga, cuando vimos aparecer a este pintoresco personaje que ingresó a la confitería “La Junta de 1810” donde compartió una mesa con sus amistades.

Otra faceta de esta Buenos Aires a la que no le falta nada. Lo que tal vez estuvo de más fue un toque de exhibicionismo, a mi juicio, innecesario, que pudo omitirse.

www.info-almagro.com.ar (09/11/09) - (Extensión 2144 caracteres)