Que alguien se haga responsable

Muchas veces hay cosas que están a la vista de todos, pero parece que nadie suele verlas, hasta que debemos lamentar una desgracia.

Una de esas desgracias es la que está viviendo la familia Morales, del porteño barrio de Almagro, cuya pequeña hija de 6 años, el martes 1° de diciembre, sufrió un grave accidente que podía haberse evitado, cuando jugando en el arenero de la Plaza del barrio, se le cayó la pesada rama de un árbol, que literalmente le partió la cabeza y ahora está luchando por su pequeña vida, en el Hospital de Niños, luego de haber sido sometida a una operación quirúrgica de alto riesgo.

Cada vez son más los reclamos al Gobierno de la ciudad para que se ocupen del control, poda o extracción de árboles muy viejos o enfermos que tienen un alto riesgo de caer.

El subsecretario de Espacio Público, Eduardo Villar, aseguró que desde que su equipo está en la gestión se multiplicaron por diez las intervenciones en el arbolado urbano, debido a la gran cantidad de denuncias, de lo que surge una pregunta: hace falta denunciar, para que se ocupen de los espacios públicos como corresponde? Por qué pagamos impuestos tan elevados si después no se destinan a la finalidad que deberían ser destinados?

Un ABL exorbitante que llena de bronca e impotencia, porque vemos día a día que la ciudad sigue con sus veredas sucias y rotas.

Por más que la gente del gobierno asuma lo que es evidente y no pueden negar que hubo negligencia, excusándose de que el área que se ocupa de este tema está saturada de reclamos, porque no tienen recursos para las más de 100.000 quejas que llegan por año, esa explicación no le sirve de nada a la familia Morales, que están esperando el milagro de que su hija se salve.

Por orden del Ministerio de Espacio Público, el miércoles 2, fue cerrada la plaza para evaluar el estado de los añosos árboles y Eduardo Villar, reconoció que hubo varias denuncias de vecinos e incluso de los guardianes, que habían alertado acerca del tema. Sin embargo también defendió al titular de la Dirección General de arbolado, Guillermo Baló, diciendo que era una persona calificada y con experiencia para ocupar el área. Pues quedó demostrado lo contrario.

Por qué en vez de tantos planes trabajar, no dan esos subsidios a cambio de trabajo, ocupando a tanta gente a quienes les fomentan con eso la vagancia, en lugar de enseñarles que el trabajo dignifica y asignándoles por ejemplo la tarea de podar los árboles, barrer las calles, colaborar yendo a cocinar a comedores comunitarios, hacer la limpieza de los hospitales y tantas actividades que los harían sentir útiles y colaborarían con la comunidad.

"Lo que sucedió con Zahira va a requerir medidas correctivas y estamos trabajando con reuniones constantes en el tema. Esto no va a volver a ocurrir", dijo Villar.

Ojalá no vuelva a ocurrir, pero lamentablemente ya ocurrió y no hay promesas ni resarcimientos que alcancen para subsanar el daño causado.

Susana Espósito para www.info-almagro.com.ar (04/12/09)
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