Homenaje a Oscar Gálvez

Conmemorando los veinte años del fallecimiento del inolvidable "Aguilucho", el domingo 20 de diciembre habrá un acto en el Cementerio de Chacarita, a las 10,30 horas en el Panteón de los Artistas.

Oscar Alfredo Gálvez nació el 17 de agosto de 1913, en el vecino barrio de Caballito, tercer hijo del matrimonio conformado por Matilde y Marcelino Gálvez.

A los diez años comenzó a trabajar en el taller mecánico de su hermano mayor y cuando cumplió 21 junto a su hermano menor, Juan, compraron con esfuerzo su primer auto, un viejo Ford T que guardaron en el galpón de la casa de un vecino para que su padre no lo viera, pues no permitía que sus hijos participaran en carreras.

Pronto los hermanos montaron su propio taller; y en 1937 -un mes antes de cumplir 24 años- Oscar decidió inscribirse en una competencia después de ver el anuncio en un diario. El auto escogido fue una cupé Ford 35, la cual contó con la preparación de Juan, y lució el número 58 en sus puertas.

Si bien no consiguió llegar a destino (la carrera unía Buenos Aires con Santa Fe) a causa de un vuelco, fue sexto en la primera etapa y llamó la atención por su manera de conducir tan veloz.

El 5 de agosto de 1937, Oscar debutó en el Turismo Carretera y en poco tiempo cautivó a los amantes del automovilismo, por su calidad conductiva y carisma.

"El Aguilucho" cuenta con el galardón de ser el primero en vencer a los pilotos europeos en la Fórmula 1, cuando el 6 de febrero de 1949, manejando un Alfa Romeo 3.800cc, se impuso en el circuito porteño de Palermo. También en Europa llegó al triunfo en nueve oportunidades.

Siempre vinculado a Ford, en su trayectoria figuran cinco campeonatos de Turismo Carretera (1947, 1948, 1953, 1954 y 1961), seis subcampeonatos (1939, 1949, 1956, 1957, 1958 y 1960) y seis Grandes Premios (1939 -dos veces-, 1947, 1954, 1960 y 1961).

Disputó 177 competencias con 49 triunfos, 43 de ellos en el Turismo Carretera, donde además de conducir con destreza demostró sus dotes de mecánico a la hora de reparar su máquina a la vera del camino para seguir en carrera.

El 16 de diciembre de 1989, cuando tenía 76 años, Dios lo llamó para reunirse allá en el cielo con su hermano Juan, otro gran campeón, el más ganador de la categoría Turismo Carretera, con 9 títulos en su haber.

Oscar no solo fue un gran campeón, sino también una gran persona, muy simpático, ocurrente, siempre con una sonrisa y un consejo para los más jóvenes.

Recuerdo esas rondas, cuando nos reuníamos en el autódromo que hoy lleva su nombre, en que Oscar contaba sus anécdotas, pasaban varias horas y el "Aguilucho" atrapaba nuestra atención con su hablar rápido y esa voz tan particular.

Desde aquí nuestro humilde homenaje para un grande entre los grandes, un campeón que, más allá de las marcas y las rivalidades, todo el mundo reconoció y respetó.

www.info-almagro.com.ar (19/12/09) - (Extensión 2838 caracteres)
Fuentes consultadas: Ovalo Azul y Museo del Automóvil