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El "Conventillo de la Paloma"

El viernes de la semana pasada fuimos a ver la obra al Teatro Cervantes, aquí les contamos lo que nos dejó la creación de nuestro vecino Alberto Vaccarezza y también la situación actual de esa vivienda colectiva.

Estuvimos en el siempre hermoso teatro Cervantes y presenciamos una estupenda versión del clásico de quien fue vecino de nuestro barrio de Almagro, Alberto Vaccarezza. Aquel hombre corpulento y bromista incasable, que tenía facilidad para versificar, capaz de definir en pocos trazos una obra dramática pequeña con sentido teatral, de asunto jocoso y de carácter popular, como se lo define al sainete, lucía un apellido familiar muy tradicional en el barrio.

Bartolomé Ángel Venancio Alberto Vaccarezza, supo transitar Almagro, en las cercanías de Corrientes y Gascón, donde aún viven familiares directos que por muchos años dieron notoriedad a esos alrededores, por haberse consagrado algunos a la medicina y otros a la abogacía, llegando incluso a ser diputados nacionales.

Nacido en el barrio de Almagro, el 1 de abril de 1886, su inclinación inicial consistió en frecuentar con su inspirada pluma el argumento de obras teatrales; según expresan sus historiadores, tuvo su incidencia más directa en la cercanía de sus compañeros de colegio Armando Discépolo y Federico Martens.

En 1929 logró que su pieza "El Conventillo de La Paloma" se consagrara como el hecho cultural de mayor trascendencia de ese año, y que aún hoy, a más de setenta de su estreno, se eleve a la categoría de "sainete de sainetes".

La obra que actualmente está en cartel cuenta con un gran elenco y las estupendas actuaciones de Claudio García Satur en su papel del italiano Miguel, Arturo Bonín (José) el gallego, Daniel Miglioranza (Seriola), Horacio Peña (Villa Crespo) el malevo y por el lado femenino Ana María Cores (La Paloma), Ana Acosta (Mariquiña) la gallega, Irene Almus (Doce Pesos) y Rita Terranova (Sofía) la turca. Es muy gracioso ver cómo cada uno de los inmigrantes, cada cual a su manera, tratan de ganarse el amor de “La Paloma” y hacen el ridículo, a tal punto que sus respectivas esposas, al enterarse de la situación, terminan dándole un escarmiento para ubicarlos en el lugar que les corresponde.

Muy bien ambientado con la escenografía diseñada por René Diviú, que recreó el patio del conventillo, que montado sobre un escenario giratorio permitía con un movimiento convertirlo en la fachada del mismo edificio, donde se desarrollan los distintos actos de la obra.

El final es fantástico, cuando se arma la milonga en el patio del conventillo y aparece en escena el inigualable y eterno Juan Carlos Copes, en esta ocasión acompañado por su hija Johana Copes en el papel de Azucena.

Se bajó el telón con un teatro repleto y todo el público ovacionando de pie a los artistas que tan bien supieron representar cómo era la vida en un conventillo de aquellos tiempos.

El Conventillo El Nacional o "de la Paloma" está ubicado en el corazón de Villa Crespo, fue construído a comienzos del siglo XX por pedido de Salvador Benedit, gerente de la "Fábrica Nacional de Calzados" para que los obreros vivieran cerca de la empresa. Con una superficie de 1900 metros cuadrados de parcela, el predio tiene dos entradas, una sobre la calle Thames 145, 147, 149, y la otra sobre Serrano 152, 156, 158.

Posee alto valor cultural, simbólico y social, al cual se debe agregar el arquitectónico, por tratarse de uno de los últimos ejemplos de la tipología de casa de inquilinato, conocida como "conventillo". El edificio con entrada por ambas calles se estructura a partir de un pasillo abierto, donde se alinean las unidades de vivienda. Los planos de 1918, registran solo la planta baja y en 1926 se amplía incluyendo el uso comercial y una planta alta ubicada en el centro del terreno. Aún conserva las cerámicas y baldosas en su pasillo con dibujos característicos de la época.

Debe su nombre a una de sus inquilinas "la Paloma", que trabajaba en la fábrica. Inspiró a Alberto Vacarezza para su sainete criollo "El conventillo de la Paloma". Allí convivían españoles, italianos, judíos, árabes y criollos quienes organizaban tertulias y bailes sin faltar los clásicos dramas de amoríos y peleas que a veces acababan con la muerte de algunos de sus protagonistas.

La jueza María Sira Beneventano ordenó que el 22 de abril de 2004 se realizara el remate del Conventillo de la Paloma, con una base de 235.000 dólares. Finalmente el 21 de abril se suspendió el remate y fue declarado Área de Protección Histórica, en forma provisoria por la Subsecretaría de Planeamiento Urbano del Gobierno de la Ciudad. Así se evitó que el lugar fuera demolido. En ese momento contaba con 16 unidades de vivienda, ocupadas por 80 inquilinos.

www.info-almagro.com.ar (20/05/11) - (Extensión 4745 caracteres)
Fuentes consultadas: Dirección General de Patrimonio GCBA
"Almagro en el intento" de Omar Pedro Granelli