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La BAC cumple 87 años

La Biblioteca Argentina para Ciegos se fundó el 18 de septiembre de 1924, es una entidad no gubernamental sin fines de lucro. Su objetivo principal es contribuir a la plena integración en la sociedad de las personas con discapacidad visual.

A través de sus diferentes servicios, la BAC se constituye en una herramienta para facilitar el acceso a la información y a la cultura a sus miles de usuarios de Argentina y América Latina. Nació con el lema "Ayuda a todo ciego en toda forma".

Por eso, aquel que brinde su apoyo a esta obra debe saber que no está dando una limosna, ni está haciendo beneficencia, sino que está haciendo justicia, contribuyendo a que las personas ciegas puedan ejercer sus derechos en plenitud.

Desde la BAC nos dicen "Si bien la institución tiene un objetivo específico que es el tratamiento social de las problemáticas derivadas de la ceguera, no se agotan en él nuestros ideales" y destacan "La BAC intenta sumarse a los seres humanos que sueñan con forjar UNA SOCIEDAD CON TODOS Y PARA TODOS".

El 18 de septiembre de 1924 Julián Baquero y el doctor Agustín C. Rebuffo se reunieron con Alberto Larrán de Vere y la señorita María C. Marchi -también ciega-, en la casa del Dr. Rebuffo, Rivadavia 1038, y fundaron la Biblioteca Argentina para Ciegos. Decidieron conformar una comisión organizadora presidida por el anfitrión e integrada por Larrán de Vere (secretario), la señorita Marchi (tesorera) y Julián Baquero (bibliotecario).

Ese mismo día fueron considerados y aprobados los estatutos de la institución, cuyos primeros pasos se dirigieron a reunir fondos para organizarse.

Los fundadores convocaron a distintos artistas plásticos con el fin de obtener algunos de sus trabajos en donación, entre otros Raquel Forner, Pío Collivadino e Ítalo Baffi, quienes generosamente obsequiaron sus pinturas.

Así se organizó una rifa que ofreció las tres obras como único premio. Además ingresaron 10 ejemplares del libro "Rumores de mi noche" donados por su autora, la poeta ciega Vicenta Castro Cambón, quien pocos meses después se incorporaría a la entidad como educadora y colaboradora.

El señor Larrán de Vere, por su parte, donó 1.000 alfabetos Braille, también para ser vendidos a beneficio de la Biblioteca.

Al poco tiempo fue acuñado el lema de la institución: "Ayuda a todo ciego en toda forma".

Durante ese verano se recibieron algunos libros en escritura Braille, la mayor parte impresos en Barcelona, y se tomó la decisión de buscar un local apropiado donde instalar la sede y la sala de lectura para acogerse a los beneficios que acordaba la Comisión Protectora de Bibliotecas Populares.

La tarea fue encomendada al señor Baquero, quien la tomó con la seriedad y responsabilidad que caracterizó todo su proceder dentro y fuera del ámbito tiflológico.

En la Biblioteca se introdujeron los equipos más perfeccionados de la época para la imprenta, provenientes de Estados Unidos y luego de Alemania.

Desde sus comienzos su filosofía predominante estuvo caracterizada por una labor autogestiva, constituyéndose en un centro donde se abordaban y debatían distintos aspectos de la problemática del sector.

Es lugar de pertenencia, punto de encuentro y ámbito de intercambio de vivencias y experiencias de las personas con discapacidad visual.

Esta prestigiosa institución que eligió el corazón del barrio de Almagro para instalar su sede, en Pasaje Lezica 3909 a pocos metros de la céntrica esquina de Medrano y Rivadavia, ayer festejó su 87º aniversario con un espectáculo folklórico y un reconocimiento a todas aquellas personas que colaboraron voluntariamente.

La Biblioteca Argentina para Ciegos fue declarada "de interés cultural y educativo" por la Legislatura de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires. Una distinción muy merecida, debido a la intensa actividad cultural que se desarrolla en esa entidad, que muchas veces publicamos sus actividades en este medio, para que los vecinos del barrio se acerquen y descubran que las personas ciegas pueden vivir igual o mejor que nosotros, que lejos están de dar lástima y quedarse esperando subsidios del estado ni mucho menos.

Son gente que lucha, a pesar que están en inferioridad de condiciones, por ejemplo, para circular por la vía pública, donde hay veredas rotas o sucias, en los medios de transporte a veces no reciben la atención que merecen, pero sin embargo ellos no se quejan y siguen adelante.

Con Susana tenemos la fortuna de conocer a muchas personas ciegas y doy fe de su voluntad inclaudicable, de su buen humor y de sus inmensas ganas de vivir y disfrutar de todo lo que nos brinda este mundo.

Desde este medio nuestras felicitaciones a "la BAC" en un año más de vida.

www.info-almagro.com.ar (18/09/11) - (Extensión 4667 caracteres)
Fuente consultada: BAC