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"Proteger Barracas"

La Legislatura Porteña aprobó por unanimidad la Ley que rezonifica varios polígonos de Barracas. La norma, votada el 13 de octubre, reduce las alturas y superficies máximas de construcción en cuadras de casas bajas. Son 30 manzanas que incluyen el pasaje Lanín, la calle Olavarría y otras áreas del barrio que se hallaban en riesgo.

Se logró al cabo de cuatro años de trabajo conjunto de vecinos y legisladores de varios bloques parlamentarios. Contó con el apoyo de 5000 firmas de vecinos, junto con la Defensoría del Pueblo, la Comisión para la Preservación del Patrimonio Histórico Cultural, instituciones como la Junta de Estudios Históricos de Barracas, el Archivo Histórico Enrique Puccia, la Sociedad Luz, el Circuito Cultural Barracas y diversos medios periodísticos zonales.

Impulsada en conjunto por vecinos del barrio y legisladores, la iniciativa tuvo su origen a fines de 2007 en respuesta a las constantes demoliciones de viviendas existentes en zonas consolidadas en baja altura, las cuales iban siendo reemplazadas por edificios de entre ocho y quince pisos.

Esta situación fue posibilitada por la modificación al Código de Planeamiento Urbano del año 2000, promovida con la idea de estimular la construcción en plena etapa de crisis.

Una vez superada la coyuntura, a partir de 2004, los perjuicios sobre la calidad de vida de los vecinos residentes en el área comenzaron a hacerse evidentes: disrupciones morfológicas violentas, pérdida de asoleamiento y privacidad, contaminación visual y auditiva y aumento del tránsito vehicular. Asimismo, la creciente demanda de las redes de servicios públicos hizo que se registraran fallas frecuentes, especialmente en el suministro eléctrico.

Una situación particularmente grave, sobre todo porque se trata de uno de los barrios que reúne la mayor reserva de arquitectura porteña del período que abarca de 1880 a 1940.

En especial, las manzanas de Barracas que pertenecen al Casco Histórico de la Ciudad comenzaron a sufrir la pérdida de valiosos edificios de interés patrimonial, muchos de ellos en buen estado de conservación y habitabilidad.

Otros ámbitos particulares, como la calle Lanín, también evidenciaron demoliciones e irrupción de edificios en altura.

El trabajo iniciado en 2008 junto al equipo de la ex legisladora Teresa de Anchorena, por entonces presidente de la Comisión Especial de Patrimonio Arquitectónico y Paisajístico de la Legislatura, continuó en los años siguientes con diputados de varios bloques hasta arribar a tres proyectos de ley coincidentes y que reunieron las firmas de Patricio Di Stefano (PRO), Eduardo Epszteyn (Frente Progresista y Popular), Fernando Sánchez (Coalición Cívica), Juan Cabandié (Frente para la Victoria), Fabio Basteiro (Proyecto Sur), Gabriela Cerrutti (Nuevo Encuentro) y Antonio Campos (Unión Cívica Radical).

Celebramos que los vecinos de Barracas hayan logrado su cometido, ya que si bien es importante dar paso al progreso y la modernidad, esto trae aparejado diversos problemas de infraestructura como la saturación en los servicios cloacales, falta de presión en las cañerías de agua corriente, sobrecarga en el suministro de energía eléctrica, contaminación sonora, etc.

Además debemos reconocer que el barrio de Barracas es muy rico en historia y afortunadamente aún se conservan en pie muchas construcciones que nos remiten a ella, por nombrar algunas: el barrio inglés, el barrio Monseñor Espinosa, la antigua estación Barracas, el Mercado de Pescado (hoy Centro Metropolitano de Diseño), la Logia Hijos del Trabajo, la Sociedad Luz, en fin... podríamos llenar varias páginas, lo importante es que, a diferencia de otros barrios, los vecinos lograron detener una demolición indiscriminada que quita su identidad al barrio y borra parte de su historia.

www.info-almagro.com.ar (29/10/11) - (Extensión 3785 caracteres)
Fuente consultada: Junta de Estudios Históricos de Barracas