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¿Es tan difícil encontrar soluciones?

La ciudad recibió el año 2012 con varios conflictos, por un lado el traspaso de los subterráneos y aumento de tarifas y por otro la interminable lucha de comerciantes y “manteros” de la calle Florida.

Sé que con esta nota me voy a ganar muchos enemigos, pero es lo que siento y también lo que sienten muchos vecinos, que hemos consultado, pero no tienen un medio para expresarse.

Tras la transferencia del servicio de subterráneos al Gobierno de la Ciudad y el consiguiente aumento de tarifa del 125% se generó un revuelo que derivó en la apertura de molinetes, permitiendo que los usuarios viajen gratis en los horarios pico, e infinidad de protestas impulsadas por gremialistas y políticos opositores.

Los sindicalistas argumentan que “no quieren enfrentar la furia de los pasajeros”, que ellos son quienes “deben poner la cara ante el mal humor de la gente”, etc. Me parece que es muy infantil ocultar intereses personales detrás de ese argumento, ya que los usuarios no son tan imbéciles de ir a pelear con los boleteros por un aumento de tarifas donde ellos no tienen ingerencia y solo cumplen con su trabajo. ¿Cumplen?.

Quien ha viajado o está informado sabe que en ninguna ciudad importante del mundo, que se precie de tal, el transporte público de pasajeros tiene las tarifas irrisorias que se cobran en Buenos Aires, por lo tanto, hemos consultado a usuarios del servicio y una gran mayoría dijo estar de acuerdo con la nueva tarifa, pero en cambio reclaman que se mejoren los servicios.

Sin duda es una campaña impulsada por partidos opositores que incitan a la gente para que se queje y reclame cosas que a mi juicio no merecen discutirse. A la gente que protesta porque debe gastar $ 2,80 más por día, le pregunto ¿alguna vez pensó cuánto dinero sale de su bolsillo para cubrir el déficit millonario en dólares que genera Aerolíneas Argentinas? Tal vez sin haber tomado un avión en su vida. Creo que lo más justo es que pague el que usa cada servicio.

Hay temas de fondo más importantes, como que se destinen nuestros impuestos a financiar organizaciones o subsidios que inducen a la vagancia y el clientelismo político.

Por otra parte, nuevamente aparece en escena el conflicto de los “manteros” de la calle Florida versus comerciantes. Allí están autorizados a trabajar artistas que brindan su música a los transeúntes, pintores que realizan sus obras a la vista del público y quienes vendan productos artesanales. Pero últimamente es un descontrol y caminar por esa arteria se hace cada vez más complicado.

Yo, para nada, estoy en contra de la gente que gana el sustento decentemente, no importa haciendo qué, pero dentro de la ley. Pero también reconozco que hoy en día mantener un comercio implica una gran inversión, que no siempre se recupera y no es justo que haya una competencia desleal como la que se está presentando.

No sé si todos, pero la mayoría de los vecinos sabemos que muchos de los que ponen la lonita en la peatonal no son bolivianos que vienen a ganarse el pesito de cada día. Detrás de esto hay una organización que maneja millones de pesos, como ha quedado demostrado en más de una oportunidad con investigaciones periodísticas.

Tal vez suene loco lo que voy a proponer, pero creo que es lo más justo, para que nadie se sienta perjudicado ni explotado.

Por qué no hacen una feria formal? Por supuesto, cuidando la estética, donde cada puestero deba estar debidamente registrado, pagar el tributo correspondiente, y tal vez un canon a la ciudad. De esa manera cada trabajador quedaría formalizado (en blanco), tendría sus aportes jubilatorios y de obra social, desbaratando de esa manera ser explotados por las grandes mafias del comercio informal o “trucho” como se dice actualmente. También se achicaría la brecha que perjudica y/o beneficia a los que están de uno y otro lado del conflicto.

www.info-almagro.com.ar (15/01/12) - (Extensión 3863 caracteres)