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"Llegado el caso, se reprimirá"

Sorprende leer frases como esta, expresada por el ministro de Gobierno de Río Negro, Luis Di Giácomo, refiriéndose al caso en que se repitan los saqueos. ¿Qué otra salida queda?

Quien escribe esta nota estuvo en Bariloche el día de los saqueos, que no fueron un hecho espontáneo como se lo quiso hacer creer, ya el día anterior en los noticieros locales informaron que habían roto una vidriera en una casa de aparatos electrónicos y robaron infinidad de teléfonos celulares y computadoras, en un local de la calle Onelli, una zona muy comercial, frecuentada por los habitantes del lugar.

La mañana del 20 de diciembre se presentó llena de violencia, con grupos de vándalos ingresando al supermercado Chango más y otros comercios para cometer los saqueos, que en su mayoría no salían del local con comestibles sino con costosos electrodomésticos, fundamentalmente con televisores HD y Led de conocidas marcas, no les bastaba con uno, había sujetos que llegaron a cargar tres en un mismo chango y salían tranquilamente como si lo hubieran abonado en caja, otros llevaban ventiladores, acondicionadores de aire, computadoras, etc. con una impunidad total, hasta había un automóvil muy caro, de reconocida marca japonesa, esperando en la vereda donde cargaban mucha de la mercadería robada. En la televisión se podía ver claramente la cara de los saqueadores, lo que facilitaría la tarea de los investigadores, si es que realmente hay voluntad de detenerlos. Esa no era gente que robaba por hambre.

Era patético ver a la policía local tratando de disuadir a los vándalos arrojándoles piedras, sí levantando piedras del suelo y arrojándolas como en una pelea callejera de algún barrio marginal, increíble. Hace tiempo en este medio escribimos una nota donde irónicamente decíamos que, de seguir así, la policía saldría a la calle armada con "gomeras" y lamentablemente creemos que ese día llegó.

Hablamos con gente de Bariloche, la camarera de una confitería céntrica nos dijo, “ayer cerraron todos los comercios, parecía una ciudad fantasma, la gente estaba muy asustada”. Pero a la mañana siguiente llegaron 400 efectivos de Gendarmería y todo estuvo en paz.

Por otra parte un remisero nos contó "acá los conocen a todos, mirando el noticiero con mi mujer decíamos allá va fulano, allá mengano. Vienen de allá arriba, no es una villa miseria, es un barrio de casitas sencillas, pero los que viven allí son delincuentes y acá los conocemos a todos" y destacó "los mismos que saquearon los supermercados ayer, hoy estaban frente a la municipalidad pidiendo planes y subsidios".

Con gran sorpresa leí ayer en La Nación que el ministro de Gobierno de Río Negro, Luis Di Giácomo, advirtió que si se repiten los saqueos en la provincia van a "reprimir", expresó "Nosotros haremos disuasión, pero vamos a reprimir llegado el caso. El Estado rionegrino no alentará la impunidad de vándalos, delincuentes, saqueadores o como se los quiera llamar", parece que este señor se quiere hacer el héroe de historieta, cuando lo que está anunciando no es ni más ni menos que lo que corresponde. El funcionario expresó que "hubo una acción, como mínimo, desafortunada e irresponsable" del intendente Omar Goye, que "lo coloca en el origen del problema", y subrayó que desde el Gobierno están comprobando que "el intendente era blanco de presiones por parte de quienes ha conchabado y contratado para tareas municipales que están en la organización de los saqueos".

Di Giácomo reconoció la "falta de preparación para encarar los saqueos, para darle una respuesta acorde, ágil, del Estado a la población".

Pero no fue solo Bariloche, también hubo actos de bandalismo en varias provincias, como Santa Fe y también en el Gran Buenos Aires, aunque en los alrededores de la ciudad los hechos no revistieron la gravedad de lo acontecido en el sur, pero no deja de ser un llamado de atención para que las autoridades tomen cartas en el asunto y se eviten males mayores.

Una triste manera de terminar el año, esperamos que el 2013 sea un año en que no tengamos que hablar de la inseguridad, de funcionarios corruptos, de gente con hambre, de escuelas en malas condiciones, de deficiencias en el servicio de Salud Pública, etc. ¿Es mucho pedir, no? Pero soñar no cuesta nada.

Luis Leoz www.info-almagro.com.ar 01/01/13 - (Extensión 4256 caracteres)