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El Santo condenó al Diablo

San Lorenzo de Almagro venció por 1 a 0 a Independiente, en su partido por la penúltima fecha del campeonato, y con ese resultado el equipo de Avellaneda quedó condenado al descenso, debiendo jugar el próximo torneo en la categoría B Nacional. El otro extremo de la tabla encontró a Newell´s Old Boys de Rosario como merecido campeón.

El equipo rosarino obtuvo su sexto título, en un torneo donde los "grandes" estuvieron ausentes en la lucha, salvo River, aunque con poca regularidad y más por las falencias de los demás que por méritos propios el equipo de Núñez tuvo alguna esperanza, hasta que Lanús con un contundente 5 a 1 lo llamó a la realidad.

Pero lo más interesante y dramático estuvo en el otro extremo de la tabla, donde varios equipos luchan desesperadamente por permanecer en primera división, aún falta resolver un descenso, ya que tanto Unión de Santa Fé como Independiente de Avellaneda ya perdieron la categoría, ahora hay que esperar la próxima fecha para saber quién los acompaña, pueden ser Argentinos Juniors, San Martín de San Juan o Atlético Rafaela.

Los hinchas del "rojo" aún no lo pueden creer, "el rey de copas" jugando en la B Nacional, en el fútbol de hoy en día nadie está exento, hay un nivel pobrísimo y cualquiera gana y pierde con cualquiera. Pero esto no es mala suerte, es la consecuencia de tres años, 114 partidos, muchos técnicos "salvadores", enorme cantidad de jugadores y pésimos resultados.

Me dió mucha pena ver ayer al Señor Cantero, presidente de Independiente, asumiendo toda la responsabilidad y librando de culpa a los jugadores. Respeto mucho a este dirigente y lo he elogiado en varias oportunidades cuando emprendió su lucha contra los barra bravas, pero ahora está equivocado ya que los partidos los ganan o pierden los jugadores. No nos olvidemos que cuando hacen una buena campaña son las estrellas, los que exigen sueldos astronómicos y se llenan de pretensiones, pero si el equipo desciende se borran todos, argumentando que "no están dispuestos a jugar en el ascenso" y se olvidan que si se fueron a la B es por la desastrosa campaña que ellos mismos hicieron. Hay un caso muy reciente, cuando River perdió la categoría, los jugadores "estrella" se fueron todos y nadie quería hacerse cargo de la dirección técnica, solo Almeyda tuvo las agallas necesarias y puso el pecho a tremendo desafío, del cual salió airoso, y se lo pagaron con una patada en el trasero, con el equipo en la A aparecieron Ramón y todas la "figuritas". Por favor, basta de hipocresía, basta de besar la camiseta para la tribuna y cuando el club los necesita "se borran".

Hasta los años 70 u 80 como máximo había ídolos y referentes, si alguien nombraba a Bochini no había ninguna duda que se estaba hablando de Independiente; Rattín o Rojitas, eran íconos boquenses; decir Carrizo, Labruna, Passarella, Alonso era decir River; Telch, Veira, Buttice, Fischer eran símbolos de San Lorenzo y Cejas, Perfumo, Maschio y muchos otros eran sinónimo de Racing, pero eso ya no existe, ahora los jugadores están seis meses en cada club y no se identifican con ninguno, antes muchos llevaban la camiseta pintada en la piel.

www.info-almagro.com.ar (19/06/13) - (Extensión 3172 caracteres)
Fotos: Canchallena.com