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El Papa Francisco en Brasil

Este fue su primer viaje internacional como Sumo Pontífice, para participar de la XXVIII Jornada Mundial de la Juventud. Lo acompañaron el secretario de Estado del Vaticano, Tarcisio Bertone; el vocero de la Santa Sede, Federico Lombardi; los cardenales Marc Oullet, presidente de la Comisión Pontificia para América Latina, y el brasileño Joao Braz de Aviz, prefecto de la Congregación para los Institutos de Vida Consagrada.

El lunes 22 de julio, a las 15.45, arribó al aeropuerto Tom Jobim de Río de Janeiro, el vuelo AZ4000 de Alitalia en el que viajó el Papa Francisco. En el avión viajaron también 71 periodistas de diversos medios internacionales, a los que pidió conocer uno por uno. Si bien no quiso dar una conferencia de prensa y se disculpó por eso, diciendo: "Me dijeron cosas un poco raras, que no son santos de mi devoción, que yo estoy aquí entre leones, pero no tan feroces. Yo no doy entrevistas, porque?, no sé, no puedo, para mí es un poco difícil, pero agradezco esta compañía".

Sin embargo, Francisco, estuvo una hora de pie, en la parte posterior del avión, saludó a todos, uno por uno, durante varios minutos, charló, hizo chistes, bendijo fotos y objetos, recibió obsequios y repartió sonrisas, besos abrazos y prometió que responderá preguntas "a la vuelta", en el viaje de regreso a Roma.

Todos se sintieron realmente emocionados. Cuando le tocó el turno de saludar a Irene Hernández Velasco, corresponsal de El Mundo (de España), con lágrimas en los ojos se dirigió al santo padre diciéndole: "Santidad, gracias por empezar a hacer realidad el milagro que tantos esperábamos, el de una Iglesia limpia" y Francisco contestó: "Esto recién empieza, recen por mí".

Al llegar al aeropuerto, lo recibió la presidente de Brasil, Dilma Rousseff, que aguardaba al pie de la escalera del avión, donde también dos jovencitas le entregaron dos ramos de lirios amarillos y blancos (la flor nacional del país y también la preferida del Papa), e inmediatamente, al salir del aeropuerto, Francisco entró en contacto con la multitud que esperaba ansiosamente su llegada, apostados en las calles cariocas.

Comenzó la recorrida a bordo de un auto común, viajó en el asiento trasero del vehículo con las ventanillas bajas y luego de transitar en el mismo, dificultando la tarea del personal de seguridad, debido a la gran cantidad de personas que rodearon el auto en varias oportunidades, subió a bordo del Papamóvil. Finalmente un helicóptero lo condujo a un estadio de fútbol en Guanabara, para luego ingresar al Palacio Guanabara, sede del gobierno regional, para la recepción oficial, junto con la presidente.

Francisco y la jefa de Estado dieron una conferencia de prensa y lo primero que dijo el Papa fue: "No traigo oro ni plata, pero traigo conmigo lo más valioso: Jesucristo. Vengo en su nombre para alimentar la llama de amor fraterno que arde en todo corazón y deseo que llegue a todos y a cada uno mi saludo".

Con la humildad que lo caracteriza no quiso una suite especial y pidió que se le asigne una habitación similar a la que ocuparán los cardenales de su comitiva. Ocupará una habitación de 45 metros cuadrados, que tiene un solo ambiente y cuenta como único mobiliario con una cama de una plaza, un sillón de descanso, una pequeña mesa que oficia de escritorio y un frigobar.

www.info-almagro.com.ar (25/07/13) - (Extensión 3345 caracteres)