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Puesteros de Once, problema sin solución

El Gobierno de la ciudad busca desde hace mucho tiempo solucionar el problema de los puesteros, en distintas zonas de Buenos Aires. En el único que tuvo éxito es sobre la peatonal Florida, pero en otros espacios públicos, no pudo lograrlo.

Tanto en el barrio de Retiro, como en Floresta (sobre Avenida Avellaneda) y en Once, el tema de los puestos callejeros y los manteros representan un problema que parece no tener solución. Ocupan el espacio público, obstaculizando el desplazamiento peatonal, representan una competencia desleal para los comerciantes que pagan alquileres e impuestos y encima, al terminar la jornada laboral, dejan el espacio público más que sucio.

Ahora también se dio a conocer que sobre la avenida Pueyrredón, hay puesteros que trabajan para dueños que no conocen, en horario nocturno; recaudan entre $ 500 y $ 2500. Estos puestos clandestinos trabajan las 24 horas, o sea que ya algunos no son ambulantes, son puestos fijos.

La zona de las veredas de la estación de Once y las cuadras a su alrededor, concentran el 25% de la venta ilegal de toda la ciudad, algunos de los puestos permanecen abiertos durante toda la noche. Otros quedan armados, cubiertos por nylon.

Fuentes del gobierno porteño argumentaron no poder desbaratar algunos centros de venta ilegal al aire libre porque con los efectivos de la Metropolitana no alcanza, los vendedores son muchos y la Policía Federal, no colabora.

Se espera que a partir del próximo año se concrete el traspaso de la Policía Federal a la Ciudad. Ese fue el compromiso de los tres principales candidatos presidenciales.