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El salario del miedo

Así se titula una película franco-italiana de 1953, del género drama, dirigida por Henri-Georges Clouzot, protagonizada por Yves Montand. Cuando veo la campaña del candidato Daniel Scioli me viene a la mente ese título, tratando de asustar a los votantes diciendo que si no lo votan les bajarán los sueldos, se quedarán sin trabajo, que les quitarán los subsidios, que habrá “ajustes”, etc.

En los años que tengo, he visto nueve campañas con vistas a elecciones presidenciales, pero no recuerdo una tan deplorable como esta, donde los candidatos, en lugar de destacarse por sus propuestas, se ocupan de ensuciar a su adversario buscando las deficiencias de gestión, pero lo más triste es que se miente mucho y se dicen verdades a medias, que solo crean mayor confusión a la ya existente.

Según Scioli, la provincia de Buenos Aires es una maravilla, segura, con una gestión de salud y educación fantásticas, con rutas en perfecto estado, y de acuerdo a índices oficiales en la nación solo hay un 5% de pobres, un número similar de desocupación y la inflación ronda el 15% anual… por favor, no mientan más, no nos tomen de idiotas, digan la verdad y nosotros decidiremos si lo votamos o no. Hace pocos días en un programa de televisión Julio Bárbaro, peronista histórico, dijo “es increíble, ahora Scioli es el abanderado del anti-imperialismo, parece un chico de primer año de la facultad”. Cuando Daniel menciona “el pasado” como algo terrible, olvida que él fue parte de ese pasado, ocupó cargos y apoyó esa gestión liberal, que no se olvide.

Por otra parte, Mauricio Macri, candidato de Cambiemos, si bien tiene un perfil más dialoguista, sin atacar sin piedad como lo hace su adversario, también genera cierto fastidio, haciéndose el misterioso con respecto a su equipo económico, Scioli le está pegando duro y metiendo miedo por ese lado, y el líder PRO en lugar de presentar a su ministro de economía y poner en claro cómo será su gestión, para despejar dudas y dejar en claro que lo del gobernador de la provincia solo se trata de una campaña sucia, no lo hace. Realmente incomprensible, teniendo en cuenta que siempre resaltan la transparencia.

Es tristísimo que desarrollen una campaña basada en los subsidios, que yo te los doy, que él te los quita. La gente de bien quiere trabajo, ganarse la vida dignamente, basta de fomentar la vagancia. Que los subsidios se otorguen en casos puntuales y justificados, que seguramente los hay, pero que deje de ser una herramienta para que los punteros mantengan cautivos a muchos vecinos, en algunos casos aprovechándose de las necesidades de estos, eso es de una bajeza intolerable.

Afortunadamente hoy se terminan los discursos y el domingo sabremos quién será el nuevo presidente de la nación, esperamos que los votantes no se coman ningún sapo y voten con inteligencia y memoria, piensen bien a quien van a votar y qué país quieren. Háganlo “con convicción, con fe, con esperanza”, para que Argentina sea un país “donde la gente viva feliz”.


www.info-almagro.com.ar (3015) - Publicado el: 19/11/15