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El beato Ceferino, ex alumno de Almagro

El lunes 11 de mayo se cumplen 110 años de la muerte de Ceferino Namuncurá, a quien se recuerda con cariño y devoción en el barrio de Almagro, por haber sido estudiante de la ex Escuela de Artes y Oficios, actualmente Colegio Pío IX.

Ceferino nació en la reducción mapuche de Chimpay (en la provincia de Río Negro), fue el sexto hijo de Rosario Burgos, una cautiva huinca chilena, y del cacique Manuel Namuncurá, un célebre líder del pueblo mapuche que luchó en la batalla del 5 de mayo de 1883 contra las fuerzas del Ejército Argentino comandado por Julio Argentino Roca. Ceferino era también nieto del caudillo mapuche Calfucurá.

En 1887, al año de edad, Ceferino se salvó de perecer ahogado en el Río Negro, mientras jugaba en sus orillas. Ese mismo año, el 24 de diciembre, en vísperas de Navidad, fue bautizado por el misionero salesiano padre Domingo Milanesio, un importante cristianizador de los pueblos originarios. A los 11 años le pidió a este salesiano que lo llevara a estudiar para luego regresar y así poder enseñar a los de su pueblo.

En 1897 fue inscripto en la Escuela de Artes y Oficios y tomó la comunión y recibió la confirmación en la Iglesia Parroquial de San Carlos, donde luego se construyera la actual Basílica María Auxiliadora y San Carlos.

En 1902 se le diagnosticó tuberculosis y fue trasladado a Viedma, donde pensaban que podía mejorar su salud y además estudiar. El 19 de julio de 1904, con 17 años, Ceferino fue trasladado a Turín (Italia), por Monseñor Cagliero. Los salesianos pensaron que en ese lugar recuperaría la salud y podría continuar sus estudios de sacerdocio, pero meses después, el 11 de mayo de 1905, a los 18 años de edad, Ceferino Namuncurá murió acompañado por Monseñor Cagliero.

Fue enterrado al día siguiente de su fallecimiento en el cementerio popular de Roma y en 1924, sus restos fueron repatriados por orden del presidente Marcelo T. de Alvear y llevados a la capilla reconstruida del antiguo Fortín Mercedes, situado frente a la vecina localidad de Pedro Luro.

Muchos propagaron las virtudes y devoción al "indiecito santo", razón por la cual, el 22 de junio de 1972, el papa Pablo VI lo declaró venerable, transformándose en el primer argentino que llegó a esa altura de santidad.

En 1992 sus restos fueron trasladados a una sala contigua del Santuario de María Auxiliadora de Fortín Mercedes, por razones de mayor seguridad.

El 7 de julio de 2007, el papa Benedicto XVI firmó el decreto que declaraba a Ceferino Namuncurá como beato.

El 12 de agosto de 2009, sus familiares trasladaron sus cenizas a la Comunidad de San Ignacio, en el departamento Huiliches (provincia de Neuquén), a 60 km de Junín de los Andes, bajo el rito de la religión mapuche.

Por esa vida virtuosa que seguramente lo convertirá en santo, el barrio de Almagro recuerda con cariño y devoción a quien fue alumno de la escuela donde tuvo como compañero a Carlos Gardel, destacándose ambos en el coro.

www.info-almagro.com.ar (2962) - Publicado el (11/05/15)