Escudo del barrio de Almagro



La página del barrio


Registro Nac. Derecho de Autor
Expedientes Nª
236277 - 5114810 y 5247258


Usted es el visitante

Desde 01/01/2014




El tango mejoraría síntomas del Parkinson

Neurólogos del Hospital Ramos Mejía promueven la práctica de bailar tango, para aliviar a personas que padecen mal de Parkinson. Ellos consideran que la práctica de este baile en pareja ayuda a mejorar la calidad de vida de las personas con esta enfermedad.

El taller comenzó a funcionar hace cinco años. La idea fue de una médica con Parkinson que sabía lo significativo que era para los pacientes moverse y socializar. “El tratamiento tiene tres pilares: la medicación, la actividad física y la parte emocional. En las clases desarrollan las últimas dos”, sostiene Tomoko Arakaki, neuróloga del Hospital Ramos Mejía.

En el Hospital Ramos Mejía los pacientes con Parkinson bailan al ritmo del 2x4, con ayuda de un trípode, y salen caminando con el bastón en el aire. No le ganan a la enfermedad, pero le dan pelea y gracias al tango mejoran su calidad de vida.

Los martes a la tarde, una sala del hospital se convierte en una especie de milonga, en ese espacio del servicio de Neurología al que concurren los pacientes que se preparan especialmente para la ocasión, ya que llegan con su look tanguero, bien vestidos, perfumados y las señoras con sus tacos y maquilladas.

Algunas veces, se suman familiares de los pacientes o algunos vecinos, que voluntariamente se acercan para colaborar con la práctica. Ya han pasado por esa sala 160 parejas, que gracias a esta práctica han mejorado su coordinación, equilibrio y además se divierten y disfrutan de ese rato sanador que comparten.

Los profesores, Laura Segade y Manuel Firmani, coinciden en que “en los momentos de disfrute y relajación, los temblores parecen perderse”. “Entran a la clase de una manera y salen de otra. Se nota tanto en lo afectivo y lo social como en la coordinación”, explican.

Seguir el ritmo, administrar el espacio, entender la corporalidad del otro y realizar varias tareas a la vez. Todo eso logran los pacientes, casi sin darse cuenta, mientras bailan. “La persona con Parkinson tiene alteradas las tareas ejecutivas y se desorganiza. El tango los obliga a trabajar sobre esas funciones que están comprometidas”, precisa Nélida Garreto, también neuróloga del equipo del Ramos Mejía.


www.info-almagro.com.ar (2197) - Publicado el: Lunes 12/03/18