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Renovación de la fachada de la Estación OnceEl Gobierno de la Ciudad continúa realizando obras de restauración y recuperación de las Estaciones de ferrocarriles, devolviéndoles el esplendor de otros tiempos y sumando nueva tecnología, seguridad y confort para los usuarios. Ahora pueden verse las renovadas fachadas y veredas de la Estación Once. En 2017, después del desalojo de manteros y puesteros que ocupaban las veredas, en los alrededores de la terminal, se encararon las obras de recuperación del espacio público por el que era imposible circular. Puestos, bolsas de residuos y basura por doquier, columnas atestadas de carteles y oferta sexual, etc, han sido retirados y mejoró notablemente la circulación de los peatones. La zona vive un proceso de transformación mediante obras que permitieron renovar las veredas, la zona de la recova y la fachada de la Estación. Ese espacio usurpado por vendedores ilegales se convirtió en lugar de trabajo de arquitectos, ingenieros y restauradores que con esmero están trabajando en estos cambios que ya se perciben. Flavia Rinaldi, gerente de la Dirección de Regeneración Urbana del Gobierno porteño comenta que los trabajos que se están realizando no hubieran sido posibles si no se hubiesen desalojado a manteros y puesteros y explicó: "A mediados del año pasado se empezó por la fachada de la estación de trenes. Diez días tardó en demolerse una marquesina que, como una dentadura, salía desde el acceso central y funcionaba de techo en gran parte de la vereda de Rivadavia. Era una estructura ajena en un edificio descomunal, que en verdad no es uno, sino tres". La Terminal Once de Septiembre fue inaugurada en 1896, en la esquina de Mitre y Pueyrredón, con frentes simétricos. Lo proyectó un arquitecto holandés, Juan. J. Doyer, y se lo conoció como el Edificio de Pasajeros. Tres años más tarde, se lo replicó en volumetría y estilo en la otra esquina de Pueyrredón, para que ahí funcionara la Bolsa de Cereales. En 1907, cuando fue necesario ampliar la terminal, el mismo Doyer decidió unir los edificios, con una nueva estructura. Sobre ella trabajó la arquitecta Noelia Arango, quien comentó que “La marquesina había anulado los arcos originales. Para terminar de sacarla y recuperarlos hubo que hacer un refuerzo estructural dentro de la estación”. "La idea fue unificarla y disminuir la contaminación visual. Antes, había cables que cruzaban de punta a punta, carteles que tapaban molderías, equipos de aire acondicionado sobre las veredas, motores de cortinas por fuera de los negocios". "Las fachadas de los edificios representan la unión entre el ámbito público y el privado. La Recova y la fachada de la estación son un ícono de la zona, por eso es que las pusimos en valor, volviéndolas más fácil de transitar”, explica Eduardo Macchiavelli, ministro de Ambiente y Espacio Público de la Ciudad, sobre el por qué de la obra. Rinaldi, gerenta del proyecto, avanza sobre esa idea: "Al descubrir la recova aparecieron las firmas de los arquitectos originales y un grabado sobre un frigorífico que puso sus oficinas aquí. Seguramente a alguno de los cientos que pasan por Once esos registros les generen curiosidad, los lleven a investigar. Eso los hará sentirse parte, lo que es muy positivo porque está demostrado que sólo se conserva aquello que te pertenece". La obra para recuperar la fachada de la estación Once costó 5,4 millones de pesos y estuvo a cargo de Trenes Argentinos Operaciones y el Ministerio de Ambiente y Espacio Público. A su vez, la recuperación de la recova la hizo la Ciudad, con una inversión de casi 4 millones de pesos. www.info-almagro.com.ar (3602) - Publicado el: Martes 18/09/18 |