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Instalarían semáforos con nuevo sistema
Buenos Aires es una ciudad con muchísimo tránsito y en ciertos horarios, aún más, por eso, el Gobierno de la ciudad ha pensado en instalar un nuevo sistema de sensores en los semáforos, que modificarán la duración de la luz verde, para evitar embotellamientos y favorecer la circulación vehicular.
Fuentes de la Secretaría de Transporte porteña adelantaron que el jueves se abrió la licitación del nuevo sistema y agregaron que el plan arrancará en el segundo semestre, en la Avenida del Libertador y luego se extenderá a otras avenidas de alta circulación, como Corrientes, Rivadavia, Pueyrredón e Independencia.
De acuerdo al plan, si los sensores instalados en estas vías detectan mucho tránsito, los semáforos adaptarán su ciclo en tiempo real para descomprimirlas. Hasta ahora, las frecuencias cambiaban sólo según el horario y si era día hábil o fin de semana, sin que se previeran modificaciones por embotellamientos u otros eventos predecibles, como la cercanía de un partido o un recital.
Esta tecnología ya se usa en otras ciudades, como Londres, Berlín y Santiago de Chile. Para llevar adelante el plan, se colocarán más semáforos, sensores, cámaras y carteles de leyenda variable en accesos y puntos estratégicos de la Ciudad. Toda la red se coordinará en un mismo lugar, el Centro de Gestión de la Movilidad, que será inaugurado en abril en Pedro Chutro y Zavaleta, Parque Patricios.
En este centro se concentrará el monitoreo de tránsito de toda la Ciudad, lo que permitirá planificar distintos perfiles de semáforos según situaciones diversas, además de proveer información para que los vecinos diseñen sus viajes según el estado del tránsito en tiempo real.
Actualmente, el 80% de los cruces con semáforos están centralizados, lo que permite detectar sus problemas técnicos a distancia. El 20% restante, en cambio, debe ser reparado manualmente y sus desperfectos son informados por los vecinos que hacen el reclamo. El Gobierno porteño anunció que para fines de 2019 el 100% estará integrado en una misma red, lo que permitirá tanto acelerar la respuesta si hay problemas como hacer posible el plan de semáforos adaptativos.
La primera prueba se realizará durante el segundo semestre, en Libertador, entre la cancha de River y la bajada de General Paz, en ambos sentidos. Los semáforos adaptativos se extenderán luego a otras avenidas porteñas de alta circulación. Se prevé instalar entre 200 y 300 en total.
La medida se enmarca en el nuevo Plan de Modernización del Sistema de Señalización Luminosa, cuya implementación arrancará a mediados de 2018 y se extenderá durante cinco años. Además del Centro de Gestión de Movilidad, el proyecto implica sumar 400 sensores a los 80 ya instalados, 122 cámaras de monitoreo a las 2.200 existentes y 26 carteles de leyenda variable a los 50 actuales. Para ello, se renovarán contratos de licitación para mantenimiento y obras.
Buenos Aires es una de las ciudades con más cruces con semáforo por habitante: 3.816, es decir, una esquina con semáforo cada 757 vecinos. El Gobierno porteño prevé sumar 80 más. Una de las últimas intersecciones en contar con ellos es la de Melián y Larralde, en Saavedra, donde hubo dos choques el año pasado. Uno de ellos terminó con un colectivo y un camión incrustados en una farmacia.
Sin embargo, más allá de mejorar la circulación implementando tecnología nueva en los semáforos, el Gobierno porteño debería tener en cuenta y buscar una solución inmediata a los permanentes cortes por piquetes, que complican la vida cotidiana de los porteños. En 2017 hubo un 32% más de piquetes, con respecto a 2016.
También las obras del Paseo del Bajo, que implican cortes y desvíos, complican la circulación en la zona de Puerto Madero, aunque en este caso, una vez concluidas, mejorarán la vida de quienes a diario circulan por allí.
www.info-almagro.com.ar (3849) - Publicado el: Martes 06/02/18