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Murió Juan Carlos Pérez Loizeau, vecino de Almagro

Hacía dos meses que estaba internado en el Sanatorio Otamendi, había sufrido varios ACV en los últimos tiempos y falleció ayer por la noche, a los 91 años.

Nació en Buenos Aires el 5 de noviembre de 1929, pasó su infancia y adolescencia en Liniers, cursó el secundario en el Osvaldo Magnasco y luego de su casamiento se estableció en Avenida Rivadavia casi esquina Colombres, Almagro, que sería su barrio para siempre.

Desde joven trabajaba como visitador médico, pero ya tenía vocación periodística. En 1957 se le dio la oportunidad de ingresar en el diario La Nación como cronista en Deportes. “Alberto Laya en La Nación y Roberto Fontanarrosa en El Gráfico fueron mis maestros”, contó Juan Carlos y destacaba “Aquella fue una época muy linda, tenía la oportunidad de cubrir los principales acontecimientos deportivos y de convivir con gente muy valiosa”, contaba. De esa época, justamente, data su idolatría por Juan Manuel Fangio.

En 1960 se incorporó a El Gráfico: “Mi tema específico era el automovilismo. Esporádicamente, hacía alguna nota sobre rugby o tenis, pero realmente lo que me apasionaba eran los autos”.

Después trabajaría en otras revistas, radio, televisión. Ya integraba los equipos de Canal 13 desde sus comienzos. Y también recordaba que “hicimos el programa inaugural el 15 de septiembre de 1960 desde Roma, con los Juegos Olímpicos. En realidad, era una señal de ajuste, ya que el canal recién salió al aire el 1° de octubre”.

A principios de los 70, participó en las transmisiones de fútbol por Canal 7, dirigidas por José María Muñoz. Y en medio de la intervención estatal a los canales en 1974, lo nombraron gerente de noticias.

“No duré ni dos meses. Vino Villone y dijo: ¿qué hace este acá, rájenlo”, lamentó Pérez Loizeau sobre el clima de época. Poco después llegaría el golpe militar y el clima opresivo se sintió en los canales.

“Me tuvieron dos años en penitencia, no viajaba ni a Lanús. Me ayudaron los trabajos en radio y revistas”, expresó. Nuevamente en el 13, la oportunidad llegaría con Realidad. Era un programa que se había organizado para cubrir los mediodías de verano pero que se transformó sorpresivamente en un fenómeno: combinaba algunas noticias “duras” -como la cobertura de la guerra de Malvinas- con otras más “ligeras” e historias de vida.

Pérez Loizeau era el presentador, como comentarista estaba Ramón Andino (el padre de Guillermo) y Chichita de Erquiaga ofrecía sus “recetas nutritivas y económicas”. “Cuando empezamos lo único que había era un monitor de 14 pulgadas, un cartel que decía Realidad 81 y una maceta. Era todo nuestro decorado”.

Perez LoizeauTodo se extendió hasta el 84 cuando, con la vuelta de la democracia y con Alejandro Romay recuperando Canal 9. Este lo convocó como la cara de su noticiero (“Nuevediario”) junto a Daniel Mendoza primero, Silvia Fernández Barrio (foto) después.

“Es una cuestión profesional, uno tiene que cambiar. Hay momentos en los que hace falta renovarse y afrontar el desafío de mantenerse activo, no aniquilosarse”, definía. También mantenía su línea y se alejaba de cualquier embanderamiento político.

“Si tengo credibilidad debe ser por la conducta profesional que siempre mantuve. Nunca me las di de político, prefiero mantener mi objetividad y no embanderarme”. Pero también consideraba que “la prioridad en la TV es el entretenimiento y después, la información”.

Nada tenía que ver Pérez Loizeau con el estilo vociferante, la grieta política, las polémicas o los intercambios mediáticos tan habituales en nuestros días.

También condujo noticieros en Telefe -con producción de Carlos Montero y que le valieron su segundo Martín Fierro, a treinta años del primero- y volvió al canal estatal, pero ya diversificando su tarea. Allí, además de la presentación del noticiero, tuvo un ciclo de entrevistas a leyendas del deporte como su ídolo Fangio o el maestro Roberto De Vicenzo.

Hasta que llegaría el alejamiento definitivo de las noticias, luego de más de tres décadas en pantalla. Incursionó en otros programas y en distintos medios, con placer y con recuerdos. Ya contaba con más de cincuenta premios en su haber, incluyendo seis Martín Fierro, un Santa Clara de Asís a la Trayectoria y un Konex al mérito en los medios de comunicación.

Desde ese entonces dedicó tiempo a su familia. También a los viajes y a escuchar jazz de Charlie Parker, Count Basie, Duke Ellington.

Silvia Fernández Barrio escribió: "Acabas de irte compañero querido, te lloro sola en casa. No hay muchos compañeros de trabajo que puedan decir que solo pasamos maravillosos momentos juntos. Chau mi queridísimo Juan Carlos Perez Loizeau".

También Cristina Pérez expresó un mensaje en su memoria: "Gracias Juan. Me enseñaste tanto, fuiste tan generoso, tan amigo, tan Maestro. Inmenso profesional, absoluto caballero".

Muchos, entre otros, Julio Lagos, Julio Ricardo, Ernesto Cherquis Bialo lo recordaron con gran admiración y cariño.

Sus restos descasarán en un cementerio de Castelar.


www.info-almagro.com.ar (4977) - Publicado el: Sábado 28/11/20
Fuentes consultadas: infobae, Clarín, La Nación, archivo infoalmagro.