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Se cumplen 70 años de la muerte de Homero Manzi
Hoy se cumplen 70 años de la muerte del querido y recordado Homero Manzi, quien fue un destacado escritor, poeta, guionista y autor de las letras de inolvidables tangos.
Nació el 1° de noviembre de 1907, en Añatuya, provincia de Santiago del Estero y falleció muy joven, el 3 de mayo de 1951, a los 43 años. Sus restos descansan en el Cementerio de Chacarita.
Cuando tenía 9 años fue enviado a Buenos Aires y vivió en una casa en la calle Juan de Garay al 3500 y estudió en el colegio Abrahman Luppi, donde estuvo pupilo durante tres años.
Por vecindad barrial fue amigo de Cátulo Castillo, de su padre el escritor José González Castillo y del pianista Sebastián Piana.
A los 14 años creó su primera canción, el vals “Porque no me besas”.
Hizo una breve incursión en el periodismo y trabajó como profesor de literatura, en los colegios nacionales Mariano Moreno y Domingo Faustino Sarmiento hasta 1930.
El 31 de Diciembre de 1931 se casó con Casilda Iñíguez Vildósola y dos años después nació su hijo Acho, el 6 de marzo de 1933. Ese mismo año, cuando Homero Manzi gozaba de gran prestigio entre sus colegas, compuso “Milonga sentimental” y “Milonga del 900”, que fueron llevadas a disco por el gran Carlos Gardel.
Trabajó en la redacción de diversos medios gráficos, como la revista Radiolandia o el Diario Crítica y además, en 1937 comenzó su labor como guionista y director de cine, siendo sus obras más importantes: La guerra gaucha, El viejo Hucha, Donde mueren las palabras, Pobre mi madre querida.
También en 1937, conoció a Nelly Omar, quien fue la musa inspiradora de varias de sus canciones y también se dijo que fue su amante.
En 1948 fue elegido presidente de la Sociedad Argentina de Autores y Compositores (S.A.D.A.I.C.).
Entre 1948 y 1950, junto a Aníbal Troilo, dio a conocer sus tres composiciones magistrales: Sur, Che bandoneón y Discepolín.
Desde hacía tiempo, Manzi venía enfrentando el cáncer que lo afectaba, y estuvo varias veces internado en el Instituto del Diagnóstico. Ya enfermo, le dictó a Troilo, por teléfono, los hermosos versos de “Discepolín”, dedicados a su amigo Enrique Santos. Poco antes de su muerte compuso dos milongas —Milonga a Perón y Milonga a Evita— para Hugo del Carril.
Homero Manzi revolucionó el tango, transformando sus letras en poesía y dejó un maravilloso legado que así lo ratifica, con sus fabulosos poemas tangueros, entre los que podemos citar: El Pescante, Mi noche triste, Malena, Barrio de tango, De Barro, Mano Blanca, El último organito, Ninguna, Fuimos, Romántica, Llorarás, llorarás, entre otras.
Las letras de sus tangos describen algunos de los barrios porteños, sus personajes, las costumbres, los amores y desencantos, con palabras que surgen de su minuciosa observación y su amor por Buenos Aires. Sus creaciones despiertan la imaginación de quienes escuchan esos tangos, que parecen transformarse en un cuadro cantado, que cualquiera puede visualizar a través de su impecable descripción.
Hoy, a 70 años de su partida, aún sigue vigente y su espíritu vive en cada uno de sus tangos.
www.info-almagro.com.ar (3097) - Publicado el: Lunes 03/05/21