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La vida es mucho más que una milongaEste extenso período de pandemia y restricciones generó ansiedades e impaciencia por volver a una vida normal, pero el relajamiento y apuro por hacerlo puede tener un alto precio. El Covid no perdona, no es una simple gripe, ya hemos visto cuántas vidas se ha llevado y por eso, debe tomarse conciencia y evitar lo evitable: fiestas clandestinas, reuniones multitudinarias y Las Milongas. Pedro Laurenz ha sido un destacado bandoneonista, director y compositor argentino de tangos y milongas, una de ellas se llama "La vida es una milonga" y en una estrofa dice: La vida es una milonga y hay que saberla bailar
Sin embargo, la vida es mucho más que una milonga y más triste que ver bailar y no poder hacerlo es hacerlo, contagiarse, morirse y no volver a bailar nunca más. Además de las fiestas clandestinas que fueron el tema en todos los medios de comunicación, por la irresponsabilidad de asistir a ellas, sin distanciamiento social, sin barbijos, sin uso de alcohol en gel, ahora también surgió el debate de las milongas ilegales, a las que convocan mediante redes sociales y a los efectos de no ser descubiertos, comunican una hora antes de la apertura, el lugar de encuentro, que promete espacio, ventilación y barra abierta hasta las 6 de la mañana. Una de esas milongas se realiza en la calle Humahuaca 4.310, en el barrio de Almagro y hay varias más. Sin embargo, los dueños de otras reconocidas milongas porteñas, aunque también se vieron afectadas y endeudadas por el cierre que provocó la Pandemia, prefieren continuar así y resguardar la salud de los milongueros, hasta que haya una vacuna y la gente esté inmunizada. También realizan milongas en otros espacios, como por ejemplo: encuentros multitudinarios de milonga al aire libre, en Barrancas de Belgrano o Parque Las Heras. En algunas convocatorias, los bailarines profesionales no llevan barbijo y las personas que integran el público lo tienen pero no les cubre la nariz o sólo les tapa la boca o lo usan en la pera. Al ser al aire libre la posibilidad de propagación del virus es más baja, pero existe. En enero pasado, el Ministerio de Cultura de la Nación había establecido un protocolo en el que decía que solamente pueden asistir parejas que convivan o parejas que bailen juntas en forma sistemática. No se permitía alternancia de bailarines. También indicaba que no se puede hablar en la pista y que se deben fijar turnos de dos horas, con 30 minutos de separación entre cada milonga, para limpiar y ventilar el local. La Ciudad no ratificó el protocolo, por lo que muchos se preguntan si este tipo de encuentro y baile están permitidos o no. Como todos saben, el tango es un baile donde hay un contacto físico, el abrazo y el casi boca a boca, que significa un riesgo importante de contagio, por eso, como no puede bailarse de otra manera, ya que no sería tango, son muchos los dueños de tanguerías y milongas que aunque lo están pasando mal, dicen: "Sin vacuna, no hay tango". www.info-almagro.com.ar (3142) - Publicado el: Lunes 01/03/21 |