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Reapertura de la Pizzería Tuñín

Tuñín es una clásica pizzería situada en la esquina de Avenida Rivadavia y Castro Barros, en el barrio de Almagro, que había cerrado el 12 de octubre de 2016 para ser remodelada. La pandemia extendió por cinco años el cierre y el lunes 7 de septiembre reabrió sus puertas.

Pizzeria Tunin de AlmagroLa historia de la Pizzería Tuñín comenzó en 1941, cuando el señor Alfredo Specos decidió abrir un local con el nombre “Tuñin de la Boca, el rey de la fainá” y su fama trascendió las fronteras del barrio, abriendo otro local en Almagro, situado en Avenida Rivadavia 3902, inaugurado en 1955. Desde entonces y hasta su cierre, en 2016, fue atendida por los mismos dueños.

Los vecinos están felices de recuperar esa pizzería tan relacionada con el Boxeo, ya que está a pocos metros de la Federación Argentina de Box y tanto boxeadores como el público que iba a ver las peleas, antes o después, disfrutaban de una porción de pizza y fainá en Tuñín.

Esa emblemática esquina porteña lucirá como en sus mejores tiempos, teniendo en cuenta que en la vereda de enfrente, en diagonal a Tuñín, se encuentra la Confitería Las Violetas, que integra el listado de bares notables de la Ciudad de Buenos Aires.

Ahora, sus nuevos dueños intentarán mantener el prestigio de la histórica pizzería, conservando un menú similar, aunque con una imagen totalmente renovada y aggiornada a los tiempos que corren, para atraer a todo tipo de público.

El grupo empresarial de inmigrantes españoles y sus descendientes locales, que a partir de ahora estarán al frente de Tuñín, también son dueños del bar Sócrates en Caballito, la pizzería Imperio en Villa Crespo y su par de Almagro, entre otros.

“La pizza de la nueva Tuñín será al molde, bien clásica. Originalmente se hacía sólo así, pero en los noventa se sumó a la piedra, como parte de la remodelación típica de la época, que lo convirtió en un pizza café. Nosotros queremos volver a las raíces: al molde, al corte”, destaca Fernández, uno de los socios.

Seguramente se volverá a disfrutar una de las especialidades de la casa, la típica fugazzetta gordita, esponjosa, con su cebolla bien doradita y un extenso hilo de mozzarella que solo con imaginarla, se hace agua la boca.

También habrá platos a la carta, pero el fuerte del lugar seguirá siendo la pizza. Su protagonismo se nota de entrada, en la gran barra esquinera con tapa de mármol que, de un lado, tiene el horno para cocinar las pizzas y, del otro lado, el que permite calentar las que se venderán al corte, por porciones.

El horno principal fue construido por el italiano Walter Cossalter, que a sus 86 años sigue reivindicando su vocación de hornero o, como se llama técnicamente, fumista. Hizo el de Tuñín junto a su hijo Sebastián y le dio capacidad para 26 pizzas, cantidad importante para discos de 36 centímetros de diámetro.

La transformación del local es notable: paredes en color celeste grisáceo, luminarias modernas, algunos sofás de color púrpura y cuadros que recuerdan a las grandes glorias del boxeo fueron ubicados en el entrepiso. La cocina se hizo a nuevo y se sumó un área especial para la elaboración de pizzas y otra de panadería y pastelería, esta última a cargo del maestro pastelero Ricardo Verón.

En tiempos de crisis y tantos cierres de locales gastronómicos, la reapertura de Tuñín es una muy buena noticia.


www.info-almagro.com.ar (3323) - Publicado el: Miércoles 08/09/21