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Natalicio de Alfonsina StorniAlfonsina Storni nació el 29 de mayo de 1892 en Sala Capriasca-Suiza. Fue una destacada escritora y poeta vinculada al modernismo, que este domingo cumpliría 130 años. Fue la tercera hija del matrimonio conformado por Alfonso Storni y Paulina Martignoni, dueños de una cervecería, en la ciudad de San Juan, Cerveza Los Alpes, de Storni y Cía. que comenzó a circular por toda la región. El matrimonio había llegado desde Suiza a San Juan, en 1880, tenían dos hijos, María y Romero y en 1891 decidieron regresar a Suiza, su país de orígen, donde nacíó Alfonsina. En 1896 regresaron a San Juan y fue donde Alfonsina pasó la primera parte de su niñez, luego la familia se trasladó a Rosario, donde su madre fundó una escuela y su padre instaló un café, en el que Alfonsina ayudaba, muchas veces, como camarera. Luego conseguiría trabajo como actriz. Alfonsina ejerció como maestra en varios centros educativos y escribió sus poesías y algunas obras de teatro. Su prosa era feminista y de acuerdo a las críticas de la época (entre 1916 y 1925) de gran originalidad y con un lado erótico, desde lo abstracto y reflexivo. Tuvo su primer desengaño amoroso con un hombre casado, 24 años mayor que ella y que además la dejó embarazada. Alfonsina, avergonzada, se refugió en Buenos Aires pero decidió tener al hijo y a la edad de 20 años dio a luz a Alejandro, nacido el 21 de abril de 1912, sin padre conocido. El 20 de mayo de 1935, Alfonsina fue operada del cáncer de mama en el sanatorio Arenales. Se pensaba que era un tumor benigno, pero en realidad tenía ramificaciones. La mastectomía le dejó grandes cicatrices físicas y emocionales. Siempre había sufrido de depresión, paranoia y ataques de nervios, pero ahora los síntomas de enfermedad mental se recrudecieron. Se volvió recluida y evitaba a sus amistades. El 18 de octubre de 1938 viajó a Mar del Plata. Fue a la estación Constitución acompañada de su hijo Alejandro -de 26 años- y de Lidia Oriolo de Pizzigatti, dueña del hotel donde se alojaba frecuentemente en la calle Tres de Febrero. Cuando el tren partió le dijo a su hijo que le escribiese, que lo iba a necesitar. Hacia la una de la madrugada del martes 25 de octubre de 1938, Alfonsina Storni abandonó su habitación y se dirigió a la playa La Perla. Esa noche su hijo Alejandro no pudo dormir; a la mañana siguiente, lo llamó la dueña del hotel para informarle que le habían reportado del hotel que su madre estaba cansada pero bien. Esa mañana, la mucama Celinda había golpeado la puerta del dormitorio para darle el desayuno y no obtuvo respuesta y pensó que era mejor dejarla descansar y fue lo que le comunicó a la dueña. Pero poco después, dos obreros descubrieron el cadáver en la playa, se difundió la noticia; su hijo se enteró por radio y el cuidador del hotel, José Porto, se lo confirmó vía telefónica. Hay dos versiones sobre el suicidio de Alfonsina Storni: una de tintes románticos, que dice que se internó lentamente en el mar, y otra, la más apoyada por los investigadores y biógrafos, que afirma que se arrojó a las aguas desde una escollera. Sus restos fueron velados al día siguiente en el Club Argentino de Mujeres de Maipú al 900. Primero fue sepultada en la bóveda de la familia Onrubia-Botana de La Recoleta y en 1963 fue trasladada al Recinto de las Personalidades o Rincón de los Notables levantado en el Cementerio de la Chacarita. En cuanto a su vida amorosa, según algunos testimonios de la época, tuvo un romance con el escritor Horacio Quiroga, quien también se suicidó el 19 de febrero de 1937. Escribió el prestigiosos historiador Ricardo M. Llanes, en Cuadernos de Buenos Aires XXVI - "El barrio de Almagro", página 90:..." en la calle Potosí tuvo su domicilio Alfonsina Storni, en una casa que pensionó cercana a la esquina de Bulnes...". Por su parte el escritor Omar Pedro Granelli, en su libro Almagro en el intento, publicó: No podemos omitir esta recordación de quien brindó tantas páginas brillantes y a quien el barrio albergó en la humilde casa de pensión de la calle Potosí, en cuyos patios se la escuchó canturrear (¡y muy bien!) los tangos de su preferencia, de la misma manera que solía animar reuniones con amigas. www.info-almagro.com.ar (4192) - Publicado el: Lunes 30/05/22 |