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Día del EscultorEl 6 de marzo se celebra el Día Internacional del Escultor, en recuerdo del nacimiento del arquitecto, pintor, escultor y poeta Miguel Ángel, el 6 de marzo de 1475. Miguel Ángel Buonarroti es reconocido como la gran figura del Renacimiento italiano, un hombre cuya excepcional personalidad artística dominó el panorama creativo del siglo XVI. Durante los cerca de setenta años que duró su carrera, cultivó por igual la pintura, la escultura y la arquitectura, con resultados extraordinarios en cada una de estas facetas artísticas; en este sentido superó a los otros dos grandes maestros del Cinquecento: Rafael Sanzio, centrado casi exclusivamente en la pintura, y Leonardo da Vinci, tan polifacético y excelso como él pero parco en realizaciones efectivas. Sus coetáneos vieron en las creaciones de Miguel Ángel una cualidad, denominada terribilità, a la que puede atribuirse la grandeza de su genio; dicho término se refiere a aspectos como el vigor físico, la intensidad emocional y el entusiasmo creativo, verdaderas constantes en las obras de este artista que les confieren su grandeza y su personalidad inimitables. La vida de Miguel Ángel transcurrió entre Florencia y Roma, ciudades en las que dejó sus obras maestras. Aprendió pintura en el taller de Domenico Ghirlandaio y escultura en el jardín de los Médici, que habían reunido una excepcional colección de estatuas antiguas. Dio sus primeros pasos haciendo copias de frescos de Giotto o de Masaccio que le sirvieron para definir su estilo. En 1496 se trasladó a Roma, donde realizó dos esculturas que lo proyectaron a la fama: el Baco y la Piedad de San Pedro. Esta última, su obra maestra de los años de juventud, es una escultura de gran belleza y de un acabado impecable que refleja su maestría técnica. Al cabo de cinco años regresó a Florencia, donde recibió diversos encargos, entre ellos el David, el joven desnudo de cuatro metros de altura que representa la belleza perfecta y sintetiza los valores del humanismo renacentista. En 1505, el papa Julio II lo llamó a Roma para que esculpiera su tumba; Miguel Ángel trabajó en esta obra hasta 1545 y sólo terminó tres estatuas, el Moisés y dos Esclavos; dejó a medias varias estatuas de esclavos que se cuentan en la actualidad entre sus realizaciones más admiradas, ya que permiten apreciar cómo extraía literalmente de los bloques de mármol unas figuras que parecían estar ya contenidas en ellos. Julio II también le pidió que decorase el techo de la Capilla Sixtina, encargo que Miguel Ángel se resistió a aceptar, puesto que se consideraba ante todo un escultor, pero que se convirtió finalmente en su creación más sublime. Alrededor de las escenas centrales, que representan episodios del Génesis, se despliega un conjunto de profetas, sibilas y jóvenes desnudos, de gran belleza física y energía dinámica. En 1516 regresó a Florencia para ocuparse de la fachada de San Lorenzo donde también proyectó dos obras magistrales: la Biblioteca Laurenciana y la capilla Medicea o Sacristía Nueva. Ambas realizaciones son en el aspecto arquitectónico herederas de la obra de Brunelleschi, aunque la singular escalera de acceso a la biblioteca, capaz de crear un particular efecto de monumentalidad en el escaso espacio existente, sólo puede ser obra del genio de Miguel Ángel. La capilla Medicea alberga dos sepulturas que incluyen la estatua del difunto y las figuras magistrales del Día, la Noche, la Aurora y el Crepúsculo. En 1534, Miguel Ángel se estableció definitivamente en Roma, donde realizó el fresco del Juicio Final en la capilla Sixtina y supervisó las obras de la basílica de San Pedro, en la que modificó sustancialmente los planos y diseñó la cúpula, que es obra suya. Su otra gran realización arquitectónica fue la finalización del Palacio Farnesio, comenzado por Antonio da Sangallo el Joven. Como podemos apreciar, su vasta obra lo hacen merecedor de ser recordado y que se haya establecido la fecha de su nacimiento como Día Internacional del Escultor. Miguel Angel falleció el 18 de febrero de 1564, en Roma y fue sepultado en la Basílica romana de los Santos Apóstoles (Santi Apostoli). Posteriormente, el 14 de julio de 1564, después de varios aplazamientos, se celebró en la iglesia de San Lorenzo su funeral y después de la ceremonia, el cuerpo del gran artista fue depositado en su tumba en la Basílica de la Santa Croce, en Florencia, donde descansa. El sepulcro de Miguel Ángel Buonarroti fue proyectado por su amigo, arquitecto y biógrafo Giorgio Vasari, quien además se encargó de La Piedad (pintada al fresco) que situó sobre el busto del artista. La ejecución de la obra fue encargada a Giovanni Battista Lorenzi, gran escultor florentino, quien además de esculpirlo —realizado a partir de su máscara funeraria—, se encargó también de la escultura de la izquierda, que simboliza la pintura. La estatua central, que representa a la escultura, fue realizada por Valerio Cioli, y la de la derecha, que simboliza la arquitectura, fue esculpida por Giovanni dell'Opera. El conjunto del monumento se compone de dos triángulos equiláteros dispuestos sobre una fachada clásica de orden romano, decorada con bellísimos frescos llenos de ángeles que velan por el alma del artista, y que recuerdan enormemente a los frescos de la Capilla Sixtina pintada por Michelangelo. Las tres estatuas alegóricas que se sitúan bajo el busto de Miguel Ángel representan por tanto a las tres Bellas Artes por excelencia, como son la Pintura, la Escultura y la Arquitectura. Un bellísimo sepulcro realizado por varios artistas para rendirle homenaje al Gran artista. También es importante recordar que en nuestro país, el día Nacional del Escultor y de las Artes Plásticas, se celebra el 17 de noviembre en honor a la figura de Lola Mora, la primera escultora argentina y latinoamericana, reconocida internacionalmente por sus obras monumentales. www.info-almagro.com.ar (5874) - Publicado el: Sábado 05/03/22 |