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Paro de colectivos y perjuicio para los laburantes
A raíz de un conflicto entre las empresas de transporte urbano y el Gobierno, por el tema de los subsidios, se realizaron paros del servicio y amenazaron con tomar más medidas de fuerza.
Luego de los paros del viernes y el sábado, este domingo los servicios de unas 160 líneas que recorren el AMBA circularon a la mitad de su capacidad y si no se encuentra una solución satisfactoria, informaron que las medidas de fuerza podrían extenderse toda la semana, con fuertes reducciones en la frecuencia.
El domingo 21 de agosto, los servicios salieron de manera intermitente, funcionando al 50 por ciento de un fin de semana habitual, jornada que ya de por sí tiene poco movimiento.
A partir de la noche del domingo no hubo servicios desde las 22 y hasta las 5 de la madrugada del lunes. La medida ya se había repetido durante la noche del viernes y del sábado.
Esta es la respuesta de los trabajadores del transporte urbano al Gobierno por no habilitar el pago de los subsidios que adeuda hace un tiempo. Desde las cámaras lo ponen de manera gráfica: "no hay plata para insumos ni combustible. Más que un paro es una imposibilidad material".
En un comunicado publicado el pasado viernes, cuando comenzó la protesta, las cámaras hablaban de una “asfixiante situación financiera" que "impone la necesidad de suspender los servicios nocturnos, adaptar la cantidad de servicios diurnos a las prestaciones del día sábado y continuar con este tipo de restricciones hasta tanto cuenten con los recursos necesarios para regularizar las prestaciones”.
De acuerdo a lo que dicen las empresas, la deuda ronda los 17 mil millones de pesos, de los cuales el 90 por ciento corresponde al Estado nacional y el 10 por ciento al gobierno provincial.
La medida de fuerza fue tomada por las empresas que integran la Cámara Empresaria de Autotransporte de Pasajeros (CEAP), la Cámara Empresaria del Transporte Urbano de Buenos Aires (CETUBA) y la Cámara de Transporte de la Provincia de Buenos Aires (C.T.P.B.A.).
Esta situación afecta directamente a los laburantes que deben viajar y se encuentran con estas complicaciones para poder hacerlo. En la mañana del lunes se vieron largas filas de personas, en todas las paradas de colectivos, esperando con cierto fastidio e impotencia que arribaran las unidades para poder viajar y llegar a sus lugares de trabajo.
El cese de esta medida de fuerza depende de las respuestas del Gobierno y de lo contrario, se reducirá la frecuencia de la salida de unidades a la calle. En promedio, estiman que funcionarán al 50 por ciento de su capacidad, aunque ese porcentaje puede ser aún mayor en las líneas que están más comprometidas financieramente.
"Si no hay guita no hay posibilidad de comprar insumos. Y esto es producto de la deuda. Dependerá de la capacidad material de cada una de las empresas", explican sobre la frecuencia a partir de la semana que arrancó en el día de hoy.
Desde el sector empresarial admiten que no esperan el total de la deuda, pero sí un monto que les permita operar. "No hay expectativa de que mañana nos depositen los 17 mil millones de un pago, es imposible por como está el pais", lamentan. Lo que sí esperan es una transferencia que desde el Gobierno habían prometido que se concretaría la semana pasada.
Si bien hubo un pago de 2.100 millones, hace unos días, están lejos de la cifra que precisan. Es por eso que tomaron la decisión el viernes de protestar.
Según explicaron, el coste del servicio se sustenta apenas en un 13 por ciento con lo que paga el pasajero al sacar su boleto. El 87% restante sale del Estado. "Al estar retrasado en sus aportes es muy complicado. Todas las semanas nos vienen diciendo que nos van a pagar, pero hacen pagos parciales que no alcanzan para los gastos”.
Se estima que un boleto de colectivo debería salir 160 pesos para que cubra los costos. Sin embargo, entienden que es demasiado para el debilitado bolsillo de los trabajadores. “Debieron darse subas parciales y si hoy el pasaje estaría en 50 pesos no sería tan extraordinario y sería parte de la solución a todo esto”.
“No es paro, es un reordenamiento de los servicios que podemos dar en relación a los recursos que tenemos”, dijo José Troilo, presidente de la CEAP, en una entrevista con Radio Mitre el día sábado. Frase irónica que recuerda el anuncio del tarifazo, cuando la señora Malena Galmarini corrigió a un periodista diciendo que no es tarifazo, es un redistribución de subsidios...
www.info-almagro.com.ar (4472) - Publicado el: Lunes 22/08/22