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Aniversario de la muerte de Osvaldo PugliesePor qué Pugliese se convirtió en “antimufa” y trae suerte. Los músicos acostumbran poner una estampita suya junto a sus instrumentos. La estampita de la suerte tiene su propia oración: "Protégenos de todo aquel que no escucha. Ampáranos de la mufa de los que insisten con la patita de pollo nacional. Ayúdanos a entrar en la armonía e ilumínanos para que no sea la desgracia la única acción cooperativa. Llévanos con tu misterio hacia una pasión que no parta los huesos y no nos deje en silencio mirando un bandoneón sobre una silla".
Hay que decir su nombre. Permitirse invocar el "Pugliese, Pugliese, Pugliese". Así, con pátina de santo, "San Pugliese" es un infaltable en la cartera o la billetera de los músicos. Sinónimo de buena suerte o al menos ritual apto para espantar la mala. Su sola mención, entre los músicos, es un talismán que reduce problemas de sonido, desafinaciones, acordes macaneados, etcétera. Lo canta Gieco en Los Salieris de Charly: “¡Siempre mencionamos a Pugliese!". Ya existió un festival "¡Pugliese, Pugliese, Pugliese!". Un bar se llama así. Hay un documental San Pugliese. El mito creció y se atomizó orgullosamente y más allá de la escena musical. Hasta Yuyito González lleva su propia estampita de Osvaldo Pugliese. Para algunos, la tradición nació en un recital de Charly García, a comienzos de la década de 1990. El sonido no funcionaba y tardaban demasiado en solucionarlo, hasta que empezó a sonar música de Pugliese y el problema se arregló como por arte de magia. Con algunas variaciones, pero siempre partiendo del rock, no hay dudas de dónde proviene la leyenda del ‘"Pugliese Talismán". Le leyenda continúa así: la primera edición de la estampita de San Pugliese dicen que se repartió cuando se inauguró el Festival de Tango de Buenos Aires, en 1997, a dos años de la muerte de Pugliese. Músicos como Gieco o Javier Calamaro reconocen públicamente que la sola invocación de ese apellido les sirve como escudo protector antes de actuar. Músicos que tocaron en su orquesta decían: “Tocar con Pugliese traía buena suerte porque se pagaba mejor que en cualquier otra orquesta. La suya era una cooperativa donde todos ganaban en partes iguales. Ese dato le cae bien a todos”. "Nunca me considero un artista, sino un laburante de la música. Y un laburante bastante cómodo, porque trabajar, trabajan los de las fábricas, el puerto...", dijo. En sus últimos años se lo veía caminar por las calles de Almagro, acompañado por su esposa Lidia. Falleció el 25 de Julio de 1995 y una esquina del barrio de Boedo lleva su nombre en Avenida Boedo y Carlos Calvo. www.info-almagro.com.ar (2632) - Publicado el: Jueves 25/07/24 |