Pasaje Santos Discépolo, un paseo peatonal
En un acto realizado el 3 de noviembre se inauguró oficialmente, en su versión peatonal, el Pasaje Enrique Santos Discépolo (ex Rauch).
Los trabajos realizados consisten en la nivelación de veredas y calzadas, con la colocación de nuevos pisos en toda la extensión del pasaje. Además, se rediseñó el paisaje con la plantación de árboles y la incorporación de nuevo equipamiento, como cestos para residuos y postes de iluminación a lo largo de toda su extensión.
En el acto estuvieron presentes el Jefe de Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, Aníbal Ibarra, el Secretario de Infraestructura y Planeamiento, Roberto Feletti, la Subsecretaria de Planeamiento Urbano, Margarita Charriere, la Directora del CGP2sur, Lic. María Suárez y conocidas figuras del espectáculo como Osvaldo Miranda, Beatriz Bonet y Jorge Luz.
Luego del tradicional corte de cintas a cargo del Dr. Ibarra, las autoridades y público presente recorrieron el pasaje y allí mismo presenciaron un fragmento de la obra "El Conventillo de la Paloma".
El Jefe de Gobierno dijo "con la inauguración de la puesta en valor del pasaje Santos Discépolo, la gran cantidad de vecinos que caminan y desarrollan su actividad laboral en el centro de la ciudad ya pueden disfrutar de un lugar recreativo, de esparcimiento y descanso" y agregó "en la Ciudad se está realizando el más alto nivel de inversiones en obra pública de toda su historia y este es un ejemplo más de que no estamos anunciando obras, sino que las estamos inaugurando"
También destacó "La ciudad de Buenos Aires está muy linda, está cada día mejor y esto es fruto del esfuerzo colectivo". "La ciudad de Buenos Aires tiene que ser más amigable, ser un lugar de encuentros, sobre todo esta área de paseos, de bares, de confiterías de cines, de teatros. Esto es obra de los vecinos que lo reclaman en el Presupuesto Participativo y el Estado responde".
Este pasaje, que une las esquinas de Lavalle y Callao con Corrientes y Riobamba, fue testigo de un movimiento cultural emblemático. En 1981, época de la dictadura militar, un grupo de autores, directores y actores daba origen a Teatro Abierto, con el objetivo inicial de demostrar la existencia del teatro argentino. El grupo inició sus funciones en el teatro El Picadero, ubicado en el Pasaje Santos Discépolo, con la abrumadora participación de un público ávido de espacios de encuentro. Esta respuesta masiva provocó un fuerte impacto en las esferas oficiales y a una semana de iniciado el ciclo, desconocidos colocaron tres bombas incendiarias en el teatro. Dos días después, Teatro Abierto se recomponía e iniciaba sus funciones en otra sala.
Luis Leoz