Dr. VICENTE PATERNO
Un hombre con grandes pasiones (Parte I)
Hace casi 4 décadas que ejerce su profesión en Almagro, pero nació en Parque
Patricios y lleva el estigma de simpatizante del "globito" con honor. Como
el descubridor de América, Cristóbal Colón, vio tierra un 18 de octubre,
pero de 1936, a las 21 horas. Inmediatamente después su madre, Aspasia,
"rompió el molde" por lo que pasó a ser hijo único. A su padre se lo conoció
más por el cariñoso apelativo de el "Chino Paterno", por su tez
permanentemente bronceada, que por Alejandro. Cabe decir que sus cuatro
abuelos son descendientes de "tanos".
Su infancia transcurrió en el barrio que inspiró a Homero Manzi. Fue
monaguillo y boy scout. A los 5 años ingresó en el San Vicente de Paúl. El
secundario lo hizo en el Colegio Nacional Sarmiento, en Retiro. Allí tuvo
como compañeros a Roberto Cossa y a los hermanos Sofovich. Después estuvo
becado por 3 meses en el Colegio Militar de la Nación, carrera que le
atraía. Pero optó por la Odontología. A los 21años ya tenía el título bajo
el brazo y 12 meses después, en 1959, terminó el doctorado. Estando en
segundo año trabajó en el Hospital Pena, donde aprendió la profesión al lado
de verdaderos maestros.
Su juventud la pasó entre Barrio Norte, Devoto, Almagro y Pompeya. En éste
último le picó "el bichito del amor" y conoció a Nely Teresa Ottonello, con
quien se casó luego de 10 años de noviazgo. Ella le dio el mayor de los
premios: Karina, que hoy a su lado ejerce la misma profesión, no sabe si por
genética o porque creció en el consultorio.
En su lugar de trabajo desarrolló otra de sus pasiones: la política. Milita
desde la época de Facultad, cuando los "anti" estaban en pleno auge y las
rivalidades llegaban hasta los tiros. Antes de la recuperación de la
democracia eran comunes los encuentros con Alfonsín, Tello Rosas y Stubrin.
Fue Secretario General del Movimiento de Acción Radical (MAR), línea interna
que mucho tuvo que ver en el triunfo sobre Luder. Hoy sigue militando con
las mismas convicciones de antaño, aún cuando sabe lo corrupta que está la
misión de buscar el bien común en tiempos de pragmatismo. Fue asesor
odontológico de la Secretaria de Salud, en la intendencia de Rabanal, e
Inspector de la Dirección de Bromatología, donde por 17 años y hasta 1976,
controló la calidad de la comida y la originalidad de las bebidas
alcohólicas de los locales nocturnos, cuando la ciudad tenía "noche pero no
dormía".
Además de la odontología y la política a Paterno le gusta escribir e
investigar. A veces se interna en una biblioteca a estudiar sobre la
historia de Buenos Aires. Esa inquietud le viene de su padre que era amante
de esa disciplina. Ahora está averiguando el sitio exacto donde se fundó la
ciudad. No cree que sea en Parque Lezama, sino más cerca, donde está la
Iglesia del Sagrado Corazón, en la calle Vélez Sarfield e Iriarte. Por
escritos de Ulrico Schmidl cree que ahí Garay plantó el estandarte
fundacional.
PACIENTES Y CLIENTES
- ¿Qué fue lo que le hizo tomar la decisión de estudiar odontología?
- Luego de estar becado 3 meses en el Colegio Militar de la Nación me gustó
la odontología, porque es una profesión que no sólo cura el dolor de la
gente, sino que lo acerca a uno más al ser humano. La odontología es una
ciencia del arte de curar que permite curar inmediatamente el dolor. Aquel
que se sienta al sillón no viene a prevenirse, sino porque tiene un dolor.
Viene con un problema y hay que encontrarle una solución. Entonces viene con
una cara rígida y de dolor y se va con una cara sonriente.
- Ud. comenzó a trabajar muy joven en la odontología. ¿Cuál fue su primer
trabajo?
- Ya en segundo año de la Facultad comencé a trabajar en el Hospital Pena.
Lo hacía de forma gratuita y en realidad hubiera tenido que pagar por todo
lo que aprendí. Cada día de hospital equivalía a un mes de Facultad. Aprendí
al lado de grandes profesores, que aún hoy día los recuerdo y siento que a
veces están detrás de mí impulsándome. Ojalá todos encuentren en la
profesión personas que los conduzcan como me condujeron a mi.
-¿Cómo era estudiar en aquel entonces?
- Era sacrificado. Había más trabajos prácticos. Hoy en día se reciben con
un número limitado de extracciones. En aquella época había días que yo hacía
más de 50 extracciones.
- ¿En qué cambió su profesión con el paso del tiempo?
- En el empleo de materiales, en técnicas quirúrgicas, como el caso de los
implantes. La odontología ha progresado y hay que estar al tanto.
Actualmente practico todas las especialidades y hago cosas que antes no
hacía, porque obliga el mercado profesional. Aparte soy auditor de obras
sociales y de prepagas. Fui Auditor General del Instituto de Servicios
Sociales Bancarios que en su momento fue la Obras Social más grande del
país. Cuando me inicié no había obras sociales y trabajaba con muchos más
pacientes. La gente acudía al profesional por confianza en su capacidad. Hoy
día leen una cartilla y vienen a atenderse con el profesional de la Obra
Social como si fuera un empleado. Antes estaba el médico y el odontólogo que
atendían a toda una familia. El sistema de salud ha cambiado.
- Hoy en vez de pacientes se habla de clientes...
- Efectivamente, hoy se habla de clientes. Incluso hay pacientes que se los
mira por un número de ficha. Antes había más humanidad en la atención. Yo a
mis pacientes los saludo en el día de su cumpleaños, en las fiestas de fin
de año, les mando cartas. Hay un trato más personalizado. Me llaman si
tienen algún dolor y hasta minutos antes de las 12 de Nochebuena he
atendido. Por algo soy odontólogo, sino me hubiera dedicado a otra cosa.
MAS VALE PREVENIR QUE CURAR
- ¿Qué es lo peor que le puede pasar a un profesional de la odontología?
- Que un tratamiento dure más de lo que uno ha calculado, que al paciente no
le seda la infección con el antibiótico que se le recomendó, que se le
indique una cosa y se le realice otra, que luego de una extracción el
paciente fume y venga con una inflamación en la zona en la que se le realizó
la extracción. También a veces hay pacientes que ocultan si tienen alguna
enfermedad, aunque aquí a todos se los atiende con las mismas medidas
preventivas.
- ¿Hay algún tipo de educación preventiva en las escuelas?
- Pienso que la educación en la prevención se debería realizar en todas las
escuelas de la ciudad. Hay que enseñar a cepillarse, a eliminar las placas y
cómo se puede ubicar los dientes correctamente a través de aparatos de
ortodoncia. Cosas fundamentales que no se hacen en la ciudad. Encima
seguimos con una red de cañerías domiciliarias de agua potable vetusta que
no permite la fluorización, elemento muy necesario en la prevención de las
caries. La mayoría de las criaturas no saben cepillarse. Tampoco algunos
adultos. Hay gente que se cepilla los dientes para perfumarse la boca. Un
buen cepillado tarda por lo menos 3 minutos, porque hay que barrer la placa
bacteriana que es la que produce las caries.
- De los alimentos que uno ingiere ¿qué es lo más dañino para la salud
bucal?
- Los dulces, las bebidas gaseosas, los caramelos. Al comer un caramelo uno
debería cepillarse los dientes inmediatamente después de la media hora,
porque si se pretende realizar después la parte nociva ya fue realizada. Hay
que cepillarse después de comer cualquier hidrato de carbono. Hay que evitar
que se acumulen restos alimenticios en los espacios interdentarios que hay
que limpiar con hilo dental, porque allí no llega el cepillo. Lo que no hay
que usar son escarbadientes porque lesionan el tejido que rodea a los
dientes y después hay que lamentar enfermedades.
- Hay que cuidarse de los dulces, pero los chicos viven comiendo golosinas.
- Bueno, pero la madre tiene que estar enseñándole a cepillarse. Si los
adultos tenemos que cepillarnos 3 veces al día (al levantarnos, después del
almuerzo y luego de la cena), los chicos lo tienen que hacerlo cada vez que
ingieran alimentos azucarados. Hoy día lo que más azúcar tiene son las
bebidas gaseosas que son muy nocivas para la salud bucal.
A LA PERINOLA
- Cambiando de tema, Ud. se inició en la actividad política muy joven,
siendo estudiante en la Universidad fue Secretario del Centro de
Estudiantes.
- Y también después fui Secretario de la Convención Radical, en la época que
el partido estaba presidido por Ricardo Balbín. Fue algo que recibí de
herencia y luego lo seguí por convicción. Soy de los que dieron al partido y
nunca pidieron nada. Estoy aferrado a ciertos principios y con ellos voy a
morir. Soy intransigente en muchas cosas: con la corrupción, con lo que se
promete y no se cumple, con el que abusa de autoridad y más que nada con el
que no acepta la idea de otro.
- ¿Cómo era la militancia política en su época de estudiante?
- Era mucho más riesgosa que ahora, porque aquel que era "anti" a algo tenía
peleas. Hoy no me extraña ver sentado en la mima mesa aquellos legisladores
o políticos que discuten en un recinto o en una organización gubernamental.
Se pelean y a la noche están cenando juntos. Entonces uno no sabe si pelean
por convicción o se reúnen por negocios. La política ha cambiado
completamente y posiblemente me cueste adaptarme a eso. Antes se peleaba por
ideales que ahora están en el furgón del fondo del tren.
- Bueno, la política antes también era muy violenta por eso de los "anti".
- En mi época de estudiante, en el ’52-’53, salíamos a pintar. Ahora esto lo
hacen empresas. Todo es marketing. Todo se profesionalizó. Aquello era
militancia. Sacábamos muelas con las manos quemadas por la cal, porque no
usábamos guantes. Salíamos a pintar los propios afiliados del partido. Ahora
todo se comercializó. Antes lo hacíamos por vocación, por amateurismo.
- Se estaba en política por otra cosa...
- Ya le digo, esto es como el juego de la perinola: unos ponen y otros
sacan. Nosotros a esa edad estábamos más acostumbrados a poner que a sacar.
Posiblemente nunca sacamos nada, pero seguimos fieles a los principios que
teníamos cuando jóvenes. Yo deseo que los hombres más capaces vayan
adelante, como era antes, y los que no, que reconozcan su incapacidad, que
den un paso al costado y dejen lugar a aquellos jóvenes con ideas
renovadoras, con impulso y fuerza.
RECUPERAR LA PATRIA
- ¿Entiende que tiene que producirse una renovación en la política?
- La renovación tiene que ser constante. Esa "renovación y cambio" que
tantas veces se proclamó se debería haber realizado. La bandera siempre
tiene que ser la misma, pero el portador es el que tiene que ir cambiando. A
veces uno se cansa con la bandera en alto, entonces tienen que tomarla
brazos jóvenes, con mayor fuerza, y seguir adelante.
- ¿Ha ocupado algún cargo público además de los cargos partidarios?
- Posiblemente no lo busqué, no lo quise. Quise ser más militante, misionero
en la calle, pregonar los principios de una ideología, que ser beneficiado
por la misma.
- ¿Cómo se hace para mantener los principios y militar en el contexto
actual?
- Le voy a explicar. Siempre pensé que las corrientes internas son
ambiciones internas. Nunca me gustó. Si bien es para compulsar quién es el
mejor, pero eso de correr por las ambiciones no. Se debe reconocer al que es
mejor y no presentarle batalla. Dejarle el camino libre para que llegue. A
veces duele que llegue gente que no está capacitada.
- ¿Cuál es para Ud. un referente de cómo se debería hacer política?
- De los que han gobernado el país el más honesto de todos fue Ilía. Hubo
muchos también en el campo de la salud, como Arturo Oñativia o Ramón
Carrillo, los mejores Ministros de Salud que tuvo el país. Aquí también hay
que reconocer a la gente capaz del adversario político, porque no importa el
color, sino el objetivo. Todos queremos el bien de la comunidad. A nadie le
gusta vivir en el estado actual: un país que no tiene patrimonio. Me
atrevería a no decirle patria, porque patria es cuando hay algún patrimonio.
Continuará...
Lic. Miguel Werner
E-mail: miguelwerner@hotmail.com
Dr. VICENTE PATERNO
Un hombre con grandes pasiones (Parte II)
En su consultorio odontológico de Almagro atiende hace cerca de 40 años,
mucho tiempo antes que el SIDA hiciera peligroso el ejercicio de la
profesión. Allí se destaca un certificado de su paso por 1ero. Inferior,
extendido por el Consejo Nacional de Educación que dependía por entonces del
Ministerio de Instrucción Pública, con fecha 20 de noviembre de 1946. A
propósito de Almagro y su trabajo comenta que gastó más nafta en este barrio
que Argentina durante el conflicto bélico de Malvinas. Expresa que el barrio
-donde también vivió Sandrini, Luis Arata y Alfonsina Storni- es divino.
Paterno abrazó con pasión su profesión, conciente de que si no se trabaja
con amor y cariño se está condenado al fracaso. Mas de una vez atendió sin
cobrar un peso. Pero también ama la política, conoce como pocos el "mundillo
político", y se hace de tiempo para dar curso a su inquietud por la
historia. Por si fuera poco le hubiera gustado ser actor cómico. Le
entusiasma todo lo que hace reír, porque "para llorar tenemos la vida" y
porque el que se ríe "en ese momento es feliz". Por eso escribió Cariescope,
una obra de teatro que representaron los egresados de odontología de 1958.
El estreno se hizo en el teatro Astral y tuvo como padrinos a Sandrini y
Alba Castellanos. En la misma actuó su amigo Santiago Bal, que también era
muy buen bailarín y cantante. Hay que decir que Paterno escribió alrededor
de 80 sketch que bien podría interpretar Gasalla entre los incontables
personajes que recrea, no sólo por su versatilidad actoral, sino porque
estudió 4 años de odontología.
También le apasionan las plantas y si son exóticas más aún. Le gusta la
música popular, especialmente el tango. El "morocho del Abasto" es su
intérprete predilecto. En orquesta prefiere a Osvaldo Pugliese, ex vecino de
Almagro. Dice que el tango se lleva adentro y aunque algunos aducen que es
triste "vale porque hace llorar". Lee a Cohelo y libros de autoestima.
También de su profesión. Estudió infectología y le preocupa el tema del
SIDA. Ama el cine y admira a actores como Mel Gibson, Brus Willis, Harrison
Ford y Bogart. Una película que le quedó grabada es El tesoro de la sierra
madre. Ve bastante televisión, sobre todo cosas cómicas. Periodistas rescata
a Horacio Embón, "un intérprete de la noticia", y Liliana López Foresi, "una
mujer versátil que sabe transmitir lo que siente".
En deportes le atrae el fútbol y el patinaje sobre ruedas. Jugó en Huracán y
en Loma Negra de Olavarría. Dice que jugando "a veces me aplaudían y otras
me silbaban". Como era chiquito y muy veloz lo ponían de wing derecho.
Recuerda un partido en la cancha de River, un intercolegial, cuando a su
equipo, el Colegio Nacional Sarmiento, le tocó enfrentar al Otto Krause. En
una jugada pateó la pelota y se dio media vuelta. Cayó en la cuenta que fue
gol cuando escuchó los gritos de la tribuna. El partido terminó 1 a 0. Hoy
sigue jugando, pero sólo unos minutos, pero dice tener buen estado porque
"camino unas 60 cuadras por día". Tal vez por eso no representa los años que
reconoce.
Las experiencias de Paterno son imposibles agotarlas en 3 horas compartidas,
parte en un bar de la esquina de su consultorio y otra en su mismo lugar de
trabajo. Menos aún transmitirlas en estas líneas. En el largo diálogo con Su
Revista también conocí a su señora Nelly, Master en Reiki, un ser cálido y
agradable. He aquí la segunda parte de lo conversado.
PROGRAMAS Y CONDUCTAS
¿Qué es lo que a su criterio debería hacerse para cambiar la situación de la
gente que está mal?
- Si la gente está mal hay que acercarse. Si nosotros no nos acercamos a la
gente, no la vemos, no la escuchamos, no sentimos y sufrimos con ella; no
podemos darles la solución. Si no se ve donde está el dolor no se puede
aplicar el medicamento. Qué hacemos si tenemos un estante lleno de
medicamentos o con el blindaje, un 25% de la deuda externa, si no sabemos
como activarlo para que se reproduzca. Tenemos que fomentar el trabajo,
porque es donde la sociedad Argentina está siendo azotada más fuerte.
- Es como que no se escucha la voz del pueblo o se la escucha en épocas de
elecciones y una vez en el poder se escuchan otras voces.
- Pienso que si. Si se escucharan las voces que están dentro de los límites
de la Argentina sería otra cosa. El problema es escuchar las voces que
vienen de afuera de los límites del país o de los grandes centros
financieros. Entonces no vamos a poder cumplir, porque los centros
financieros defienden los suyo y nosotros tenemos que defender lo nuestro.
Estamos, verdaderamente, atados de pies y manos. Tenemos todo vendido.
Estamos prácticamente embargados. El tema es revertir esto.
- ¿Cómo conjuga su actividad profesional con su militancia política?
- Antes yo era un lírico. Muchas veces tenía que hacer una intervención
quirúrgica y me escapaba a un acto político. Hoy la situación económica que
estamos viviendo me hace respetar más al paciente que está en la sala de
espera que el acto político. Le digo con toda sinceridad, pero todavía tengo
esos berretines. Antes terminaba el trabajo y corría a algún lado, porque la
política se hacía de noche. Ahora llega las 9 de la noche y las casas
partidarias están cerradas, pero siempre quedan algunas abiertas y los que
tienen mi edad terminan sus ocupaciones diarias y piensan en hacer algo.
- Esto da a entender que se han terminado en parte los debates políticos...
- El debate político es permanente lo que pasa que faltan aquellos que sepan
debatir. Antes había "trincheras" en las plazas. Hoy el debate es mediático.
En mi época había gente aguerrida como Crisólogo Larralde, Moisés Levenson o
Ricardo Balbín. A propósito, Moisés Levenson dijo unas palabras muy sabias
que se deberían poner en práctica ahora: "programas para que nos voten y
conductas para que nos crean". Ahí está la falla de los partidos políticos,
porque no hay programas y no hay conductas en las que se pueda creer.
Entonces, tenemos que revertir eso.
HABLANDO DEL BARRIO
- ¿Qué nos puede comentar del barrio de Almagro?
- Almagro tiene a la vuelta de cada esquina un encanto nuevo. Siempre se
descubre algo nuevo. Almagro tiene una sola plaza, pero se está hablando de
ganar terrenos al ferrocarril, sobre calle Díaz Vélez. Eso sería muy bueno y
le daría un espacio verde a una zona que necesita un pulmón verde. Sino
tenemos que irnos hasta Parque Centenario.
- ¿Cómo es la gente de Almagro? ¿Les gusta el tango?
- Almagro dejó el tango. Recién hay un reducto de tango en Boedo y San Juan,
en la esquina de Homero Manzi. Si bien tiene un lugar de tango sobre la
calle Medrano, el Club Almagro. Pero la esencia del tango está más hacia el
sur. Ahora Almagro está siendo invadida por las bailantas. La gente de edad
busca los lugares de tango y los jóvenes los lugares de mayor bullicio que
son las bailantas.
- ¿Cómo ve hoy al barrio?
- Requiere de muchas mejoras. Hay locales que tienen que salvarse, como la
confitería Las Violetas. Que no le suceda lo de Los Angelitos. Las Violetas
es un lugar arquitectónico hermoso para hacer una buena confitería, una
galería de arte o darle una utilidad pública.
- ¿Qué recuerdos tiene de Almagro de décadas pasadas?
- Aquí donde tengo el consultorio la puerta estaba permanentemente abierta.
Hoy tiene un cartel que dice que "permanece cerrada las 24 horas". Es otra
la sociedad, es otro el barrio, otra la gente. Cambió completamente. A veces
aconsejo a mis pacientes que no vayan por la vereda con la cartera hacia la
calle, porque puede pasar un motociclista que no sólo le puede sacar la
cartera, sino la puede empujar y hacer caer. Hay que hacer un mejoramiento
general: la higiene, la seguridad, el espacio libre en las veredas, evitar
los vendedores ambulantes que perjudican a los comercios establecidos,
mejorar la seguridad de los puentes que cruzan sobre las vías del
ferrocarril y tiene que volver el policía de la esquina.
CON EL CORAZÓN EN ALMAGRO
- Actualmente hay 47 barrios y 25 circunscripciones o parroquias en la
ciudad y está en estudio un proyecto de Ley de Comunas que pretende dividir
el mapa urbano de la capital en 12 o 16 zonas gobernadas por un Presidente y
6 vocales. ¿Cree que esto podría ayudar a encontrarle una solución a todas
estas problemáticas?
- Esto se va a mejorar siempre y cuando los elegidos, los que van a ocupar
esos cargos sean verdaderamente representantes de esas zonas. Hoy los
legisladores no los conocen ni en la cuadra donde viven y a lo mejor no los
votó ni la madre. Tiene que ser gente representativa, que tenga capacidad de
conducir lo que es un barrio y que conozca sus necesidades. La
descentralización siempre es buena.
- La descentralización es una ventaja para los vecinos al tener más cerca el
lugar para hacer los reclamos, pero conlleva los riesgos de aumentar la
burocracia.
- La burocracia estaría limitada por el número de nombramientos. Es decir,
no se podrá transformar un Comité, una Unidad Básica o un centro político en
una agencia de colocaciones.
- ¿En base a qué criterios cree Ud. que se dividirán los 47 barrios en 12 o
16 zonas? Porque aquí puede sobreponerse el interés de algún partido en
desmedro de las identidades de cada barrio.
- Bueno, no se puede agrupar Pompeya con Once, sí con Soldati y Parque
Patricios, donde la gente tiene una forma de vivir parecida. Eso se tendría
que estudiar bien. Lo que no estaría de acuerdo es en el cambio de nombre de
los lugares. El nombre es historia. Es lo mismo que mañana a alguien se le
ocurre cambiar el nombre de la Argentina.
- ¿Qué más puede decir de Almagro?
- Almagro es divino. Es, como dice el tango: "Almagro de mi vida, es cuna de
sueños". Hay poesía en cada esquina. Es lindo.
- Ahora, qué particular. Ud. nació en Parque Patricios, es del "globito" y
ama este barrio donde nació su rival futbolístico.
- Almagro, si bien es una sucursal de San Lorenzo es distinto. Uno puede ser
argentino estando en Paris. Puedo ser de Huracán viviendo en pleno Boedo.
Esa es una rivalidad futbolística, nada más. Tengo muchísimos amigos de San
Lorenzo que no nos vamos a degollar porque perdamos o ganemos un partido de
fútbol.
RECUPERAR EL PAÍS
- ¿Cuáles son sus aspiraciones para el nuevo siglo y también milenio, en lo
personal, lo profesional y a nivel país?
- Hablar de lo personal sería muy egoísta. Lo que me gustaría es no volver a
escuchar lo que nos decía la maestra en la primaria: "la patria que nos
dejaron nuestros mayores", porque llegamos a esta altura y creo que fue una
mentira. Estamos con las manos vacías. Me gustaría que haya trabajo, ver
gente feliz y no chicos que revuelven la basura. Pido al Dios que tenemos
todos que haya trabajo, salud y que la gente se sienta realizada. Que cuando
el padre llegue a la casa pueda compartir esa cosa tan bonita que es tener
una familia. Eso es lo único que le pido a Dios y después viene la lucha por
mejorar lo que tenemos. Pero primero tenemos que unirnos todos para
recuperar el país y no echar la culpa a nadie que se haya perdido o
regalado. Recuperar el país, el patrimonio, la patria. Eso es lo que le pido
a Dios en el nuevo siglo y en los años que me quedan por vivir.
- Actualmente existen grandes problemáticas económicas, sociales, ecológicas
y un gran descreimiento. ¿Cómo se puede cambiar todo esto, sobre todo en
vista a las nuevas generaciones, para hacer un país y un mundo habitable
para todos?
- Cuando aquellas personas que nosotros elegimos para gobernar dejen de
decir mentiras y digan la verdad y cuando se empleen métodos correctos y
sanos entonces vamos a tener el país que merecemos. Creo que los argentinos
nos merecemos tener un país digno. Porque desde ya que Dios nos dio todo y
no lo sabemos aprovechar. Entonces todo eso redundaría en la recuperación
del país, fundamentalmente. Y nuevamente, "hay que tener un programa para
recuperar el país, pero fundamentalmente hay que tener conducta para que nos
crean".
Lic. Miguel Werner
E-mail: miguelwerner@hotmail.com
Nota aparecida en Su Revista en los Nro. de Marzo y Abril de 2001