OSVALDO PUGLIESE


Una idea, una flor, un ejemplo.
Dio sus primeros pasos en la música a los doce años "rascando un violín" como solía recordar. Después el estudio, el piano y su debut profesional a los catorce años en la calle Corrientes.
En el veintiseis tocó con Roberto Firpo y luego el primer sexteto con Mafia y Vardaro; más tarde, en el treinta entró en la orquesta de Pedro Láurenz y en el treinta y seis arma su primera orquesta de efímera duración.
En el treinta y nueve, un once de agosto larga en firme con todo en el café El Nacional y le pega duro durante 55 años. Se autoproclamaba "un laburante de la música", compuso más de 150 temas y lo elevaron a la cúspide canciones como Recuerdos, La Beba, Negracha, Malandraca y su himno La Yumba. Grabó más de 600 temas.
En 1935 impulsó el Sindicato Argentino de Músicos, del que fue el afiliado número 5, luchó por una sociedad más justa, "donde el trabajo sea una dignidad personal y no un castigo" recalcaba con la firmeza de un luchador que desde 1936 exhibe con orgullo su carnet número 108 del Partido Comunista. Sufrió censuras y cárcel, durante el gobierno de Perón y de la mal llamada Revolución Libertadora, siempre se negó a hablar de problemas que sufrió como militante, "no es un capital invertido que tenga que dar renta", decía.
El clavel rojo posado sobre la tapa cerrada del piano simbolizaba su presencia en las épocas más duras, mientras la orquesta actuaba huérfana de su director.
El gobierno de Cuba le otorgó su mayor distinción cultural: la medalla Alejo Carpentier, el gobierno francés lo ungió Commandeur de L'Ordre des Arts et Lettres y el Consejo Deliberante de la Ciudad de Buenos Aires lo declaró Ciudadano Ilustre.
Cantores de la talla de Roberto Chanel, Alberto Morán, Jorge Vidal, Jorge Maciel, Miguel Montero, Alfredo Belusi, Adrián Guida y Abel Córdoba (30 años a su lado), pasaron entre otros por su orquesta.
El 26 de diciembre de 1985, se produce "el milagro" ¡El tango en el Teatro Colón! Y de la mano de Osvaldo Pugliese, ante una sala colmada de público poco habituado a esos lujos. Pero la ovación no dejó lugar a dudas y el escenario se cubrió de rosas rojas y veinte temas con sus bises marcaron el momento, tal vez, más emotivo de su vida.
Su última actuación dirigiendo su orquesta se produjo el sábado 17 de junio de 1995 en La Casa del Tango, de Guardia Vieja 4049, entidad de la que fue presidente y fundador.
Fuente: Periódico "Primera Página" - Agosto 1995 - Autor: Miguel Germino


Vecino de Almagro
Había nacido en Buenos Aires, barrio de Villa Crespo, el 2 de diciembre de 1905, y durante los últimos años de su vida vivió en Almagro hasta que falleció el 25 de julio de 1995.
Cada año, cuando el mes de julio nos rememora un nuevo aniversario de la desaparición física de quien, como el maestro Osvaldo Pugliese, nos honrara como vecino del barrio y nos sedujera con su larga y prestigiosa actuación en las "milongas" porteñas, no podemos menos que repetirnos en la imaginación descriptiva de volverlo a ver paseando por las calles de Almagro del brazo de su esposa Lidia.
Su extensa trayectoria es muy ponderable, ya sea como ejecutante del piano, como arreglador, como compositor o bien como director de una orquesta que marcó toda una época en la historia del tango.
Sobre su calidad de pianista, nos dijo Horacio Ferrer: "Creó un estilo y lo cultivó con rango de maestría equivalente de la que Elvino Vardaro alcanzó con su violín, Aníbal Troilo con su bandoneón y Carlos Gardel en su canto. Unió en dicho estilo a la pureza y a la variedad del pensamiento pianístico, la magnífica pulsación y las calidades de un sonido apagado, romántico, capaz de dar toda una gama de matices emocionales que emana del sonido de cada nota y se resuelve con exquisita fluidez en la totalidad de la frase ejecutada".
Así lo definen los estudiosos. Nosotros, en cambio, como legos en el arte musical, pero que respiramos la esencia del tango en todas sus manifestaciones, reconocemos en el maestro al brillante ejecutante y excelente director. Al gran compositor que nos regalara de su inspiración tangos que hicieron escuela como "Malandraca", "Negracha", y especialmente "La Yumba", que en su momento fueron una avanzada, la riqueza de "Recuerdo", la dulzura de "La Beba", el magistral "Adiós Bardi" y los cantables como "El Encopao", "Una vez", "Igual que una sombra" y "Recién", de mucha calidad melódica y tantos otros que merecen sostenido y permanente elogio.
Al compás de su "yumbeado" estilo, llegó a conmover al público cada vez que lo que daba en llamar "mi rascada" se escuchaba en las variadas interpretaciones de su orquesta compuesta en toda su trayectoria por músicos de primera línea.
Como almagrenses, conservamos gratamente en la memoria sus juveniles 90 años manteniendo una formación orquestal, luchando contra la promoción interesada de otros ritmos, llevando adelante su abanderada posición en defensa de la música de la ciudad de Buenos Aires, y de su participación y colaboración en La Casa del Tango.
Vaya nuestra admiración para quien supo brindar, a través de su orquesta, la síntesis evolutiva del tango instrumental. Quien supo trasponer los límites de un equilibrio renovador, sin romper la esencia de nuestra música ciudadana, la misma que nos identifica.
Los tangueros de ley de nuestro barrio guardan, con verdadero sentimiento emocional, el recuerdo que el Maestro Pugliese nos dejara impreso en el pentagrama y grabado en la discografía de su extensa y exitosa carrera de músico. Nos dejó además la sencillez transitada en sus largas caminatas por nuestras calles y su perdurable interés por mantener nuestra canción porteña en lo más alto de la consideración popular.
Fuente: Almagro en el intento. Autor: Omar Pedro Granelli


Claveles rojos en el último adiós al maestro Pugliese
Los restos del maestro Osvaldo Pugliese fueron sepultados ayer al mediodía en el cementerio de la Chacarita. El último adiós llegó acompañado del mítico tango "La Yumba", interpretado por su legendaria orquesta.
El cortejo partió a las 9,05 desde el Concejo Deliberante. Acompañado por unos 30 autos siguió sin pausas hasta Entre Ríos 1039, la sede del Partido Comunista (PC). Esa fue la primera de las tres escalas. A lo alto, en un balcón, flameaba una sábana con la siguiente inscripción: "Adiós Osvaldo, hasta la victoria de tus ideales comunistas". Puños izquierdos arriba y claveles rojos llovieron sobre el coche fúnebre.
El itinerario continuó provocando algunos trastornos en el tránsito. Después de detenerse unos instantes en SADAIC -Lavalle al 1500- la caravana siguió hasta La Casa del Tango. Eran las 10.10 cuando los restos de Pugliese volvieron a ser velados en un reducto para pocos. La ceremonia duró una hora y media y solo estuvieron presentes familiares y amigos íntimos.
El cortejo fúnebre sumado al periodismo después recorrió la avenida Corrientes a contramano de los choches que bajaban hacia el centro. En ese sentido, y en medio de bocinazos, llegó a la Chacarita.
Una multitud rodeó el panteón de SADAIC. Horacio Ferrer, Abel Córdoba y Alberto Morán se destacaron entre los tangueros presentes. "Fue un muchacho de barrio que nunca dejó de tener sencillez y sensibilidad", dijo Ferrer. De fondo de escuchaba "La Yumba" una vez más.

Fuente: Diario Clarín, viernes 28 de julio de 1995.