JUAN JOSE VIEYTES
"Chichín Porteño"
Un gran observador de lo cotidiano, con quien intentamos conversar, que habita en Almagro, y que todos reconocen como "Chichín Porteño". Desde su atalaya, en plena avenida Rivadavia, allí donde fenece el 3900 eleva a los cuatro vientos su lunfarda manera de decir y contar las cosas simples de la vida simple.
Almagro, ahora su barrio, también recibió el homenaje de este poeta tan especial y tan distinto, a quien tenemos el gusto de entrevistar, siguiendo nuestra costumbre de estar junto a los vecinos almagrenses.

Todo pasó por el barrio,
nada lo fue sin sentido,
nada quedó en el olvido,
lo humilde o lo estrafalario.

A la barriada querida
el tango mece su cuna
bajo la luz de la luna,
Almagro, vos sos mi vida.

Son los versos finales del poema dedicado al barrio por Juan José Vieytes, que acostumbra presentarse como "Chichín Porteño", cuando la toga de su inspiración lo viste con su magistral exposición hecha de verdades y de lunfardismos, ya sea de cuerpo presente animando grandes veladas o escribiendo textos que luego son publicados.
Nuestro amigo nos dijo entusiamado:
"He nacido en Monserrat, el 23 de enero de 1924; estudié en el Colegio "Don Bosco" de la calle Solís 252; mi profesión fue la de bancario por espacio de cuarenta años; actué como presidente del Sub-comité de Atletismo del Club Atlético River Plate y fuí juez internacional de esa especialidad deportiva y presidente de la Asociación Bancaria de Deportes.
Desde hace rato vengo alentanto este otro "deporte" de escribir lo que siento, transmitirlo en poemas, y colaborando en periódicos y revistas de San Telmo y Almagro.
He publicado una serie interesante de cuadernillos que año tras año se editaron, según se puede comprobar en el detalle impreso en la contratapa de uno de ellos."

En efecto, al observar que pone en nuestras manos, podemos recopilar los títulos de, según su expresión, sus cuadernillos, como sigue:
Un muchacho del 40 (nov.1989)
Pitaditas, frases de humo (jul. 1990)
Amor de barrio (Jun. 1991)
Cacatúa inmortal (Jul. 1992)
Bocanadas de ficción (feb. 1993)
Un muchacho del 40 al...(Vol.II) (feb. 1994)
Menú porteño (nov. 1994)
Señora Buenos Aires (oct. 1995)
Turín Chimpay Almagro (ago. 1999)

"Soy vecino de este atrapante Almagro desde el invierno de 1993, y desde aquí, desde la enorme Rivadavia, donde nace Yapeyú, voy narrando, de manera nostálgica, tierna, simpática y cristalina, todo lo que atañe tanto a los jóvenes como a los que no lo son.
Contestando preguntas que me hacen algunas veces, aclaro que "Chichín" responde al apodo que me pusieron cuando era chico, y "Porteño", como es de suponer, a ser ciudadano de esta ciudad portuaria y habitante de la noche porteña. Con ese seudónimo, sigo pronunciando charlas en distintos escenarios, en peñas y entidades barriales, totalmente "gratarola", abarcando esta temática que mejor se adapta a mi personalidad, que conjuga labia, luce afín con mi presencia de cabellera cana y acierta con mi pinta de varón baqueteado en cientos de "menesundas". Para cerrar este grato encuento, permítame recitarles estos versos de mi autoría:

Mucho queda por cantar,
mucho queda por decir,
a mí me envuelve el sentir
de lo que no pude dar.

Cuando me toque partir
tal vez la vea del cielo
y será dulce consuelo
que ahí me tocó vivir.

Embriagado del festín
que la vida siempre brinda,
Buenos Aires, la más linda,
la del principio, sin fin."

Nosotros, los geólogos de la memoria, los que acumulamos imaginación enlazando amor por las cosas, con el orgullo de saberlas propias, al terminar este reportaje diferente, en especial por la calidad de este personaje almagrense que conocimos en forma imprevista, no nos cansamos de pensar que encontrarnos con un vecino de tal cablibre, de inspiración aparentemente extravagante, nos obligó a refugiarnos en el ayer.
Nos hizo regresar a tiempos de la yapa de caramelos extraídos del copón de vidrio y nos devolvió a un Buenos Aires que vivía en las esquinas y descansaba en las veredas como solía decir con todo acierto un gran ensayista.

Fuente: Almagro en sus calles. Autor: Omar Pedro Granelli